Trabajar en el campo andaluz

Detenidos tras explotar durante seis años a migrantes en invernaderos de Granada

Lituanos, rumanos, marroquíes, senegaleses y algún español trabajaban de manera irregular en jornadas de doce horas diarias

Un coche patrulla de la Policía Nacional
Un coche patrulla de la Policía NacionalEuropa Press

La Policía Nacional ha detenido a un empresario y a dos encargados de una finca agrícola de Granada acusados de explotar laboralmente y durante seis años a unos 70 trabajadores extranjeros, empleados sin alta en la Seguridad Social y que completaban jornadas de más de doce horas al día en invernaderos. Según ha informado este cuerpo armado, que ha contado con la colaboración de la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social, ha detenido a tres personas de entre 51 y 60 años, dos españoles y un argentino, por explotar durante años a trabajadores extranjeros en tareas agrícolas.

La operación ha estado centrada en la comarca de Baza y ha permitido detener a un empresario agrícola y sus dos encargados por explotar durante unos seis años a alrededor de 70 extranjeros, lituanos, rumanos, marroquíes, senegaleses y algún español que trabajaban de manera irregular y sin alta en la Seguridad Social. Los detenidos los forzaban a completar jornadas de trabajo de doce horas en invernaderos, una explotación descubierta el pasado septiembre gracias a la denuncia de una de las víctimas, que llevaba trabajando desde 2018 junto a otros extranjeros en las campañas de recolección de hortalizas.

El empresario detenido conocía la situación administrativa de todos ellos y les entregaba una anotación con los datos de otros extranjeros que sí disponían de residencia legal para que los ofrecieran en caso de alguna inspección o actuación policial. La explotación agrícola, en la comarca de Baza, estaba formada por varios invernaderos de gran tamaño en los que se cultivan hortalizas, donde se constató que trabajaban como jornaleros unas 70 personas, casi la totalidad extranjeras. Uno de los detenidos, argentino y en situación irregular en el país, impidió el acceso a los funcionarios a la finca y huyó junto a doce extranjeros más que se encontraban trabajando en uno de los invernaderos, aunque todos fueron localizados.