«La historia será amable con Juan Carlos I»

Plantea la historia como un gran árbol genealógico que abarca 8.000 años.

Es exactamente eso. Quería contar la historia universal de una manera distinta y no tan distante como hasta ahora. Captar el jugo y el alma de la vida humana. Con todo su horror y toda su belleza.

Con la familia como átomo del devenir histórico, la unidad básica.

El poder familiar es el hegemónico de los últimos 10.000 años. Combinar el curso de la historia universal con las entretelas de la vida familiar es una forma natural de leer la historia.

Y en ese devenir, ¿qué papel ha jugado España? Sevilla, Córdoba y Granada fueron las capitales del mundo como hoy Tokio, París o Nueva York. A tres días de caballo.

Copa un espacio importante en mi obra a pesar de que soy historiador británico… Aunque como sefardita me pueden considerar un autor local (risas). Y sí, España ocupa un lugar central en la historia por la época de los emperadores romanos, el inicio de Al-Andalus, la Reconquista, los Trastamaras y los Austrias; así hasta los Borbones, Franco y la democracia.

¿Cuáles han sido la «familia» de fuentes históricas utilizadas?

Muchas personas, colegas con los que he hablado en los últimos cincuenta años sobre Historia y España. Personas relevantes e incluso protagonistas, como el Rey Juan Carlos I.

Lo cita con relación al 23-F.

Sí, pero me habló también de los judíos sefarditas. No lo he contado en mi libro y hace treinta años de aquella conversación privada que por primera vez tú puedes hacer pública. Me comentó que en la historia española se echa de menos la presencia judía. Para el emérito fue una gran pérdida, un gran error en la historia de España.

Interesante. También define al emérito como cazador de animales «y de mujeres rubias». Al final, ¿por dónde se decantará la historia?

Ha cometido errores, fallos garrafales en los últimos años. Una pena. En persona es encantador y muy próximo. Pero ha hecho cosas estúpidas e intolerables, poniendo en riesgo el trabajo de toda una vida. Pero personalmente creo que la historia va a ser amable con él. Lo que realmente importa es el periodo comprendido entre el 76 y el 81. Después de eso el trabajo de su vida ya estaba hecho. Nadie consiguió tanto en tan poco tiempo.

Trajano, Colón, Carlos V, Isabel, Velázquez… Aparecen como nombres propios en su mirada al pasado.

Podrían ser algunos más pero escogí a estos por su trascendencia histórica. Pero ya aviso que tenéis mucha suerte con el Rey actual, con Felipe VI.

En cuanto a las Indias. ¿Cree que España debe pedir perdón como continuamente se pide desde el otro lado del charco?

Yo no creo en estas disculpas. Creo en la justicia y en la persecución de los delincuentes, de los criminales que siguen vivos. Me inclino por un debate abierto y pienso que la mejor forma de redención y de perdón es contar todo abiertamente. Que no se oculte nada y el reconocimiento de las cosas terribles que se han hecho.

Me gustaría finalizar con un juego de cara a hacer una «biografía personal» de la historia universal. Imagínese el doctor Frankenstein. Así escogería la cabeza de…

Interesante (risas). Por su puesto, de Miguel Ángel Buonarotti.

Corazón, alma.

El dueño del corazón estaría repartido en muchos escritores, aunque me quedo con Shakespeare; el alma partiría de un cruce entre Jesús de Nazaret y Voltaire.

Y la bilis, el malo de la historia.

Sin duda, Iván el Terrible.