Un baño en el "Mar Muerto" a escasos kilómetros de la frontera con España

El Puente internacional de Guadiana une dos municipios, Ayamonte (Huelva) y Castro Marim (Faro), que pertenecen a España y Portugal respectivamente. Inaugurado en 1991 y con una longitud de 666 metros une dos países con lazos en común y dos localidades que tienen en el turismo una de sus principales fuentes de riqueza.

En el caso de la localidad portuguesa, además del turismo, la producción de sal ha alcanzado un enorme auge en los últimos años gracias a la recuperación de las salinas tradicionales de la zona. Y la sal, como ha sido históricamente, se ha convertido en una fuente de riqueza que además de sus usos culinarios se ha convertido en una seña de identidad. Por ejemplo, con la elaboración de un Belen de Sal durante las Navidades o con la apertura de un SPA Salino donde disfrutar de un baño como si estuvieras en el Mar Muerto.

El Mar Muerto es el lugar de referencia para disfrutar de la sensación de ingravidez que produce flotar en el agua hipersalina. Convertido en un balneario natural, cada año atrae a numerosos turistas dispuesto a darse un baño en sus aguas y untarse el cuerpo con su aceitoso barro, circunstancia que está llevando también a grupos conservacionistas a alertar sobre su deterioro.

Pues bien, en Castro Marim se puede disfrutar de un baño similar al que se consigue en las aguas del Mar Muerto. Existen visitas guidas para conocer cómo se produce la sal que incluye un baño relajante en un SPA Salino, con el tradicional baño flotante con sales minerales, aplicación de arcilla salina, exfoliación con flor de sal, masaje y hasta yoga. Las distintas concentraciones de sal en las piscinas acondicionadas de la zona permiten flotar y relajarse en plena Reserva Natural de las Marismas de Castro Marim y Vila Real de Santo António, a escasos kilómetros de zonas costeras tradicionales en España como Isla Canela o Montegordo (Portugal).