Doñana se convierte en epicentro electoral: visita exprés de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez visita mañana Doñana y Alberto Núñez Feijóo reparte su agenda por Huelva. Juanma Moreno recibe un premio de los productores de fresa de la zona, al igual que Luis Planas. La polémica sobre los regadíos ha puesto el foco nacional en una de las provincias con más carencias en cuanto a infraestructuras de España. Desde la barrera, Pedro Sánchez viene defendiendo que la situación de Doñana es «alarmante». En el tendido, con los afectados delante –cordón de seguridad mediante–, habrá que ver las palabras que mide el presidente del Gobierno. El tema es altamente sensible en la Comarca porque del agua dependen miles de familias. La tensión se palpa en la zona, con protestas convocadas, de un lado, por los agricultores y, por otro, por los ecologistas.

«Todas las alarmas están encendidas en la comunidad científica y en la Comunidad Europea (...) por eso pido aquí, desde la sede de la soberanía nacional, que retire sus planes y admita el error», señaló el presidente del Gobierno en el Congreso, elevando de los mítines socialistas a sede nacional la crítica. En una entrevista en Onda Cero, previamente, el presidente de la Junta lamentó que la Comisión Europea se opone a estos planes porque no tiene buena información al ser el Gobierno de Pedro Sánchez el que le transmite «fakes» sobre la ley de regadíos. En definitiva, la norma –que apenas ha iniciado el primer trámite y es un compromiso electoral del PP tras llevarlo la pasada legislatura al Parlamento con Vox y retirarse por las elecciones – supone que a los agricultores se les concederá permisos de riego de agua en superficie sin garantizar la procedencia, ya que depende de unas obras que el Gobierno central no ha hecho. La Junta tiene prevista para el 3 de mayo un encuentro del consejero de Medio Ambiente y de la consejera de Agricultura en Bruselas para tratar de contrarrestar los «bulos», señalan, promovidos por el PSOE. En Bruselas ya se libra una pugna epistolar entre PP y PSOE con el relato del agua. La bola de Doñana se ha hecho de tal envergadura nacional que incluso el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha hablado de «populismo hidráulico».

Sánchez criticó la «soberbia» del PP y tildó a Vox de «negacionista». La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló que «la Comisión está preocupada por la situación de Doñana y el potencial riesgo adicional que este proyecto de ley podría tener sobre este espacio muy particular, muy rico y emblemático en Europa». El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, lamentó la «mentira tras mentira» del Gobierno de España en torno a la proposición de ley que regulariza terrenos en la Corona Norte de Doñana. En una entrevista en «Más de uno», explicó que las zonas que se pretenden declarar como regables no están en el Parque Natural sino «a más 30 kilómetros de Doñana»; que el texto «está sujeto a modificaciones»; que los expedientes sancionadores «no se van a paralizar»; y que, en ningún caso, esos terrenos se van a regar con agua del acuífero sino con aguas superficiales cuando se realicen las obras del trasvase Tinto-Odiel-Piedras aprobadas por ley en 2018 con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Moreno atribuyó la reacción del Gobierno de España al clima electoral, «a que me tienen muchas ganas» y a una actitud «ruin y desleal». El presidente andaluz recordó la Ley 10/2018 sobre la transferencia de recursos de 19,99 hm³ desde la Demarcación Hidrográfica de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir permitiría «regar por superficie y no dañar los acuíferos». El presidente del PP en Andalucía reclamó un encuentro bilateral y cuestionó: «¿Si esto lo hiciera Cataluña, la actitud sería la misma?»: