Turismo

Las visitas a Doñana no remontan desde el año 2008

El 2019 fue el mejor de la última década pero el Espacio Natural, que registra los usuarios a los centros de visitantes desde los años 80, es cada vez menos frecuentado

Humedal del Lince, en Doñana
Humedal del Lince, en DoñanaEp

El Espacio Natural de Doñana es protagonista en las últimas semanas de una fuerte polémica a propósito de la ley de ampliación de regadíos de la Corona Norte que se debate en el Parlamento andaluz y que ha enfrentado al Gobierno de España con el autonómico, con la Unión Europea vigilante. Las posturas, de forma muy sintética, se dividen entre los que consideran que esto supondrá una amenaza para la conservación del Parque y aquellos que entienden que en ningún caso afectará al mismo porque el agua con el que se regarán esas nuevas tierras será superficial y, por tanto, ayudará a la mejor conservación de los acuíferos.

Paralelamente a esta cuestión, el Espacio Natural de Doñana se enfrenta a otros problemas y, entre otros, uno de ellos es que su actividad como agente dinamizador económico de la zona ha sufrido un retroceso en los últimos años. De hecho, el número de visitantes e

La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul está elaborando una Orden que regula el nuevo Programa Sectorial de Uso Público del Espacio Natural de Doñana. Entre otras cuestiones, se apunta que «los últimos informes que viene realizando Doñana 21, Fundación Pública Andaluza sobre el perfil de los visitantes del Espacio Natural de Doñana denotan que la última década se caracterizó por una tendencia de descenso con altibajos, que tuvo su mínimo en 2013, y que desde entonces se fue recuperando paulatinamente».

De hecho, ese año visitaron el Espacio Natural 223.372 personas, la cifra más baja de las últimas décadas. El récord se produjo en el año 2007 con 307.414 visitantes registrados, cifra que no se ha recuperado.

Como dice el informe, después de 2013, las visitas han aumentado, alcanzándose el pico en el año 2019 con 274.416 personas, un 18,7% de visitantes más que en 2018 y un 34,3% con respecto al año 2017. Fueron los mejores resultados obtenidos de los últimos diez años pero lejos de los años 2005, 2006 y el citado 2007 –todos ellos cerraron con más de 300.000 visitantes–.

Hay que recordar que el turismo fue considerado una de las áreas claves en el diagnóstico del territorio de Doñana, que se realizó en el II Plan de Desarrollo Sostenible de Doñana (II PDS) y en el Programa Operativo Horizonte 2011. El balance no puede ser completamente satisfactorio porque no ha servido para dinamizar la zona, que sigue teniendo en la agricultura –en especial la del cultivo de frutos rojos– su principal actividad económica.

Las visitas al Espacio Natural de Doñana se concentran en el mes de abril, coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa, seguido por marzo y mayo, con un repunte en los meses de agosto y septiembre, sobre todo en los centros e itinerarios vinculados a lugares vacacionales (Matalascañas y Sanlúcar de Barrameda). En diciembre, enero y febrero se registran los meses más bajos de afluencia.

En cuanto al interés por países, se registran visitantes fundamentalmente de Europa (un 90%), preferentemente de países como Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda, Italia y Portugal. En España, en 2019, el 46% de los visitantes lo hacían desde Andalucía (Sevilla, Huelva y Cádiz mayoritariamente); el 17% de la Comunidad de Madrid y el 8% de Cataluña.

Un plan para fomentar la actividad

Una de las grandes controversias en torno a Doñana –y extensible a cualquier zona de especial protección– es hasta qué punto son compatibles las actividades económicas en el entorno protegido. En junio de 2011 el Consejo de Participación de Doñana emitió informe favorable al Plan Sectorial de Uso

Público del Espacio natural de Doñana, convirtiéndose así en el primer documento de planificación con el que contó el parque. La Junta pretende ahora actualizarlo y desarrollar «un conjunto de acciones orientadas a optimizar la gestión, con criterios de mejora de la eficacia

y eficiencia, teniendo en cuenta la satisfacción de las demandas de la ciudadanía». Una vez que se apruebe tendrá una vigencia indefinida.