La huida hacia delante del PSOE andaluz: también reclama «más autogobierno»

Entre las acusaciones de sus posibles socios de investidura de estar detrás del golpe de estado del 23-F, los movimientos de la vicepresidenta Yolanda Díaz (reuniones con el prófugo Puigdemont y definiciones variopintas de los tipos de amnistía) y las críticas de históricos socialistas como Felipe González, Alfonso Guerra o José Rodríguez de la Borbolla, el PSOE andaluz se ha visto abocado a la huida hacia delante para afrontar el debate territorial en España. Espadas propone ahora en el Parlamento impulsar el autogobierno para posicionar a Andalucía dentro del país asimétrico que se dibuja. La comisión de desarrollo del Estatuto, que preside ahora el socialista Mario Jiménez, lleva dos legislaturas sin reunirse.

El Grupo Socialista plantea «la creación de una ponencia de estudio parlamentaria para promover un amplio acuerdo político y social que sitúe a la comunidad como protagonista y garantía de igualdad del futuro modelo territorial». En este contexto, el consejero de Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, que fue uno de los negociadores del Estatuto vigente, confía «hasta el minuto final» en la investidura de Feijóo y recuerda los «cambios de voto» en la moción a Rajoy. Sanz reivindicó el derecho del PP a «salir a la calle» a defender España y Andalucía: «La calle no es propiedad del PSOE, a ver si se entera». De momento, los movimientos de los socialistas andaluces, al margen de contramanifiestos de veteranos andaluces en apoyo a Sánchez, se ejecutan en el Parlamento.

El secretario general del PSOE-A –después de que en el primer Pleno del ciclo político quedara desdibujado con un PSOE que ha pasado de «garante de la unidad de España» a ponerse de soslayo en la actual tesitura–reivindicó una evaluación del desarrollo autonómico para avanzar en el ejercicio efectivo de derechos por la ciudadanía y evitar tener «un Estatuto de primera y un gobierno andaluz de segunda». Ante las críticas por el desequilibrio territorial que se dibuja, Espadas apela a la falta de gestión del Gobierno de Moreno. El secretario general del PSOE-A y presidente del Grupo Socialista, Juan Espadas, reivindicó el histórico papel de Andalucía como garantía de «equilibrio e igualdad» entre comunidades y entre «fuerzas centralizadoras y nacionalistas o independentistas» en el debate territorial y apostó por el diálogo y el acuerdo amplio en nuestra tierra para avanzar en el desarrollo autonómico en beneficio de la ciudadanía andaluza y el ejercicio de sus derechos. Espadas presentó en la Cámara andaluza una iniciativa registrada por el Grupo Socialista como ponencia de estudio «para analizar el nivel de autogobierno» alcanzado en nuestra tierra y «profundizar en su pleno desarrollo» con el objetivo de «liderar de nuevo los debates territorial o de desarrollo estatutario en el país», como hizo por primera vez en la comunidad andaluza con el 4D y el 28F y por segunda vez en 2007, en la reforma del Estatuto. «La nueva legislatura en España se inicia con el tercer debate sobre el modelo territorial y Andalucía debe desempeñar el mismo papel para lograr acuerdos de igualdad desde la diversidad», insistió. Otros partidos como Adelante Andalucía apoyan una manifestación coincidiendo con el 4-D para defender la nacionalidad histórica de Andalucía, en la línea con la reclamación del andalucista Rojas-Marcos.

El PSOE-A, a diferencia de hace cuatro décadas cuando hizo suya la calle con una gira para el referéndum del 28-F, limita ahora su acción a los despachos. El líder socialista andaluz aseguró que esta propuesta socialista constituye una «iniciativa constructiva» que busca «un acuerdo amplio» a nivel político y social en Andalucía, similar al alcanzado en 2018 sobre el nuevo modelo de financiación autonómica y para que el Gobierno de la Junta pueda contar con una posición común de la comunidad en el debate territorial abierto el país, desde el diálogo y el consenso y huyendo de la confrontación partidista.

La iniciativa socialista plantea «evaluar la calidad de nuestro autogobierno» bajo los distintos gobiernos desde la reforma de 2007, los últimos cinco años con el PP al frente de la Junta y los diez años anteriores, con el PSOE. Espadas aboga por un «análisis y evaluación de 16 años de reconocimiento y garantía de derechos» recogidos en el Estatuto de Autonomía, alcanzando el máximo nivel competencial desde 2007 y con especial incidencia «en los derechos sociales, en su pleno ejercicio» por los andaluces. Espadas explicó que el PSOE-A no abre una vía para reformar el Estatuto sino que persigue «posicionar a Andalucía con fuerza desde un trabajo de consenso parlamentario».