Un icono para reivindicar la identidad del levante gaditano

«Y si tenemos levante es porque es viento castizo, un viento ‘mu’ refrescante, que nunca fue amante de ningún fenicio». Esta letra de uno de los padres del Carnaval de Cádiz, Paco Alba (Los Pajareros, 1960), es una de las muchas que la fiesta le ha dedicado a él, a uno de los «hijos» más gaditanos del dios Eolo.

Viento tan antiguo como la trimilenaria Gades, al que, «sin quererlo», el poderoso Hércules le brindó el mejor de los escenarios, el Estrecho de Gibraltar. Corredor entre continentes por el que, según cuenta la mitología, se abrió paso y conectó el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.

Cierto o no, de lo que no cabe duda es que el levante, sobre todo en estas fechas, mantiene una intensa relación de amor-odio con los gaditanos y, muy en especial, con quienes hacen de Cádiz su lugar de descanso y disfrute durante los meses de verano.

Aliado de los amantes de los deportes náuticos de vela (Tarifa es su reino) y de quienes sueñan con un desarrollo urbanístico costero alejado de modelos como el de la cercana Costa del Sol (su protagonismo ha frenado algunos proyectos en la costa); el levante se convierte ahora en motivo de una inspiración artística que pretende elevarlo a icono del territorio.

«Aunque cuando sopla con fuerza es odiado por el noventa por ciento de la población y de quienes nos visitan; no es menos cierto que, para quienes soñamos con un litoral de Cádiz libre de la masificación y del ladrillo, es toda una bendición», señala Pedro Barberá, escultor gaditano.

«Padre» de esas grandes veletas que, posicionadas en localidades que un día fueron (algunas aún lo son) territorio almadrabero, reivindican el protagonismo del atún rojo y su legado cultural e histórico; el artista chiclanero se ha propuesto conseguir que el levante «ocupe el lugar que se merece».

Y qué mejor forma de lograrlo que a través de grandes «esculturas vivas», cuyo movimiento y sonido mantengan muy presente la importancia de un viento sin el que, «en gran medida, no se reconocería nuestra historia, paisaje y desarrollo».

«Hablar del levante es hacerlo de algo tan de nuestro como las almadrabas. Elemento natural de un territorio que, además, viene marcado por la presencia de su gran escenario, el Estrecho de Gibraltar». «Si bien –apunta– su notoriedad no está solo sujeta a las poblaciones costeras; en el interior de nuestra provincia gaditana, de modo diferente, también es protagonista».

La idea, según destaca Pedro Barberá, «es crear una Ruta del levante, que venga referenciada a través de estas esculturas y en la que se ponga en valor la existencia de este viento tan nuestro».

Aunque el camino, «tal y como ocurrió con las veletas del atún, sé que será largo, creo que la provincia no puede pasar de largo el hecho de visibilizar un fenómeno natural tan identitario y destacado; que, además, puede generar un retorno».

El primer paso ya está dado, con la creación de la maqueta de la escultura que Pedro Barberá propone y pretende que identifique la futura Ruta del levante.

«La idea no ha sido otra que simbolice el movimiento y el sonido de este viento tan característico. Movimiento que está representado a través de una gran espiral que actuará a modo de veleta, mientras que el sonido se generará a través del paso del levante por lo que pretendo que actúe como un gran instrumento de viento».

«Esta fase aún está en estudio, para lo que voy a contar con especialistas en la construcción de instrumentos de viento». «La idea –explica– es lograr un sonido que en modo alguno sea molesto».

La maqueta, que acaba de ser presentada con motivo de su exposición que lleva por título «El señor de los mares» (abierta en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal, en la localidad de Chiclana de la Frontera), y la idea de la futura ruta serán trasladadas en los próximos meses a las diferentes instituciones, tanto locales como provinciales, «con el objetivo último de poder poner en marcha cuanto antes una iniciativa artística e identitaria que creo que puede seguir añadiendo valor a nuestro territorio y destino turístico».