
Sucesos
La «inexplicable» muerte del empresario de Lora del Río (Sevilla)
El constructor Hans Checa murió tras ser reducido por la Policía en un hotel de Estepona, según su familia

Varios son los interrogantes que rodean la muerte de Juan Antonio Hans Checa, un empresario de la construcción de Lora del Río (Sevilla), en el hotel Ona Valle Romano de Estepona, en Málaga.
Según la versión de los familiares, los hechos se produjeron el 23 de enero cuando el constructor fue retenido por ocho agentes de la Policía Nacional tras sufrir, al parecer, un brote psicótico. De hecho, aseguran que estos episodios eran habituales en el empresario.
Al parecer, fueron los trabajadores del hotel los que dieron el aviso a las autoridades porque el empresario estaba «alterado y nervioso». Tras la llegada de la Policía Nacional, Hans Checa fue «reducido y esposado» y al cabo de una hora «murió en extrañas e inexplicables circunstancias» que «deben ser aclaradas», según denuncia el abogado de la familia, Luis Romero. Cabe resaltar que ese mismo día la Policía tuvo que intervenir en un bar donde se encontraba el fallecido y reconducirlo al hotel donde se hospedaba en Estepona, hechos que se desarrollaron «sin ningún problema».
Juan Antonio Hans Checa había viajado hasta la localidad malagueña junto a su mujer por motivos laborales, apuntó el abogado. Según el relato del letrado, su esposa, que es enfermera, avisó al 112 explicando las circunstancias de su esposo desde el primer momento. «Sin embargo, la Policía Nacional decidió actuar por su cuenta empleando la fuerza, entendemos que desproporcionada, sin avisar antes a personal facultativo especializado, como psicólogos o un médico psiquiatra», apostilló.
Otro de los interrogantes que plantea la acusación es por qué denegaron la visita durante tres días –viernes 24 de enero, 25 y 26– a la mujer de Hans Checa y a su hermano al Instituto de Medicina Legal de Málaga para identificar el cadáver. «Incluso el domingo lo solicitaron por escrito y les fue igualmente denegado», añadió el abogado, que expuso que informó de este asunto al juez del caso y éste le dijo que «no se necesitaba permiso» de él para poder ver el cadáver, pues los allegados tienen derecho a ello. Según la defensa, el forense aún no ha determinado la causa de la muerte del empresario de Lora y solicita que se le entregue el informe del levantamiento del cadáver y las grabaciones tanto del bar como del hotel donde tuvo que ser reducido el fallecido.
El letrado pide al juez que sea la Guardia Civil quien lleve la investigación de la muerte, dado que la Policía «no puede tener toda la objetividad e imparcialidad necesarias para la investigación, dado que el finado falleció mientras era reducido» por agentes de este cuerpo. Y pide que sean citados para su declaración judicial los agentes de policía que intervinieron en el caso. La Policía defiende que el empresario tras ser reducido estaba «muy agresivo» y podría estar drogado. Señala también que previamente se le intervino cocaína y que «rechazó toda asistencia médica».
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