
Sanidad
Infectada de malaria en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla
El parásito se quedó en la funda de plomo que se usa para recubrir las jeringuillas, lo que ha obligado a modificar los protocolos de seguridad

El sorprendente caso de una mujer de Gilena (Sevilla) infectada de malaria sin haber viajado a países de riesgo ha permitido detectar una brecha de seguridad en el Hospital Virgen del Rocío. La señora acudió al hospital dos semanas después de realizarse en este centro una gammagrafía tiroidea –prueba diagnóstica que usa una sustancia radioactiva para obtener imágenes de la glándula tiroides– con fiebre, malestar general y dolor articular. La sorpresa fue cuando los análisis revelaron la presencia en sangre del parásito «Pasmodium falciparum», uno de los causantes de la malaria. ¿Cómo podría haberlo adquirido sin salir de Gilena?
El hospital centró la investigación en la gammagrafía tiroidea que esta mujer de 60 años se hizo días atrás, pues el paciente previo había sido un señor de Guinea Ecuatorial, donde la malaria es endémica. Aunque hacía dos años que no viajaba a su país y no presentaba síntomas, había padecido esta enfermedad en su infancia y albergaba el parásito sin desarrollar la enfermedad.
Según ha explicado el director de la unidad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital Virgen del Rocío, Miguel Ángel Cisneros, descubrieron que el origen de la infección estaba en la funda protectora de plomo que se usa habitualmente para recubrir las jeringuillas para pruebas diagnósticas en las que se usan sustancias radioactivas. Al parecer, el parásito de la malaria del vecino de Guinea se quedó en la funda de plomo, pese a que fue descontaminado, y pasó a la mujer de Gilena. Porque, aunque las jeringuillas son desechadas tras cada uso, las fundas de plomo se reutilizan una vez desinfectadas.
No obstante, este caso pone de relieve que este procedimiento es insuficiente, lo que ha llevado al hospital a a actualizar su protocolo de seguridad, estableciendo que este instrumental sea usado «una única vez al día y esterilizado en autoclave».
La investigación llevada a cabo por el centro hospitalario, expuesta en la revista especializada «Emerging Infectious Diseases», ha conseguido demostrar «la existencia de un nuevo mecanismo de transmisión nosocomial de la malaria que ha permitido mejorar la seguridad de los pacientes y evitar futuros casos, y que estas mejoras puedan ser aplicadas en otros hospitales», apunta Cisneros.
No solo eso. La investigación revela también otro aspecto relevante, como explica el director de Infecciosas del Virgen del Rocío: «La confirmación de que pacientes con malaria crónica y asintomáticos pueden ser transmisores de esta infección y el desafío que ello supone, lo que explica el valor del artículo publicado en una revista de primer nivel científico, que, además, es la portavoz de los prestigiosos CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades)».
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