Entrevista

José Antonio Funes: «El pacto educativo no interesa a ningún partido»

Autor del libro «Del Cortijo al Escaño», cree que «seguimos sin atender al alumnado en función de sus dificultades y problemas»

José Antonio Funes
José Antonio FunesLa RazónLa Razón

El granadino José Antonio Funes es un «outsider» de la política actual que huye de la polarización para situarse de forma permanente en la mesura y la centralidad. Como anécdota pudo ser consejero de Educación con un gobierno presidido por Susana Díaz y del formado por el Partido Popular y Ciudadanos. Apreciado por todo el arco parlamentario, talante manda, no pudo librarse del «fuego amigo» de su propio partido.

Susana Díaz en el prólogo de su libro desvela que le propuso como consejero de Educación. ¿Qué pasó después?

Lo hizo además en dos ocasiones, pero se desautorizó desde Madrid. Luego cuando entramos en el gobierno con el Partido Popular, la cartera de Educación fue para el siempre recordado Javier Imbroda. Tras su desgraciado fallecimiento hubo una oportunidad de justicia poética pero tampoco me nombraron. Juan Marín o no quiso no pudo o no lo dejaron. La cuestión es que conmigo había ese compromiso, porque apoyé en su momento que no hubiese Primarias de Ciudadanos en Andalucía. La palabra se la llevó el viento de levante.

Usted es un ejemplo de que la educación es un ascensor social. «Del Cortijo al Escaño», como reza el título del libro que acaba de editar.

No es una metáfora. Provengo de una familia humilde de un pueblo de Granada. Nacido y criado en un cortijo a la luz de candiles sin agua corriente a la que había que buscar en un pozo lejano. Salí de ese bucle en la que esta tierra ha estado inmersa tanto tiempo gracias a la oportunidad que me brindó la educación.

Pese al avance, seguimos a la cola en matemáticas y comprensión lectora. Igual que con todos los gobiernos, pasados y presentes. ¿Qué falla en su opinión?

Hay tres reformas importantes que no hemos afrontado.

Disculpe que le interrumpa, pero no irá a contarme su fallido discurso de investidura como consejero de Educación…

(Risas) No se preocupe. Me refería a la bajada de ratio, es decir, menos alumnado por profesor, sin hacernos trampas con la media donde metemos una gran ciudad y los pueblos pequeños para que los números salgan bonitos. También tenemos que asumir de facto y como intención, el valor de las competencias clave, es decir, no solo saber sino también saber hacer. Y por último la atención a la diversidad educativa. Hemos ganado en universalizar la educación, pero seguimos sin atender a cada niño o niña en función de sus dificultades y problemas.

Quizás se arreglaría todo esto con un pacto educativo, ese sueño inalcanzable.

Desgraciadamente, creo que a ningún partido le interesa el pacto educativo. Prefieren mantener trincheras y espacios de enfrentamiento, y la educación es un campo idóneo para librar diferencias. Es solo cuestión de voluntad, pues queda claro que cuando hay que subirse el sueldo lo arreglan en una hora.

Frustrante. Como la consolidación de un centro político, moderado. Ciudadanos iba de «partido bisagra» y se pilló los dedos por todos lados.

Ciudadanos creció de forma anti-natura, de forma desproporcionada y sin base ideológica. Y no se puede ser un ‘Reserva’ con un año de crianza. El problema se agudizó cuando quisieron pasar de bisagra a puerta, cuando vieron cercana la posibilidad de alcanzar el poder nacional. Se olvidaron de los apoyos y tomaron decisiones apresuradas.

Se pasó del «sorpasso» al «zarpazo».

De ser alternativa al Partido Popular a pedir el voto para el PP. El caso de Ciudadanos se estudiará en las facultades.

Su «puerta giratoria» se atascó un poco.

Pasé de ser ratificado como presidente del Consejo Escolar de Andalucía por el propio Juanma Moreno en un acto en Granada, a recibir una llamada de la consejera de que me cesaban de un día para otro. No me dio tiempo a preparar mi «vuelta al cole» y entre que se aclaraba mi adscripción docente pasé cuatro meses trabajando sin cobrar. Creo que merecía otro trato.