
Municipal
Llega la Zona Naranja al litoral de Chiclana
El ayuntamiento argumenta la necesidad de contribuir "solidariamente" a unos gastos de mantenimiento de playas que rondan los cinco millones de euros

Parafraseando a un famoso producto de limpieza, cuyo eslogan era ‘el frotar se va a acabar’, a partir de mañana, el estacionar gratis en primera línea de playa de Chiclana también se va a acabar. La razón no es otra que la puesta en funcionamiento de la Zona Naranja, herramienta que, hasta el final de la temporada turística, regulará un total de 8.757 plazas de aparcamiento en uno de los destinos top de sol y playa de Andalucía y España.
Frustrada, in extremis, el pasado verano por el recurso presentado por una empresa a la adjudicación del servicio, dicha regulación, efectiva desde hace años en otros municipios de la provincia de Cádiz, aterriza no exenta de polémica y con un argumento municipal de peso: la necesidad de compartir “solidariamente” (entre chiclaneros y visitantes) los enormes costes que comporta el mantenimiento de los numerosos servicios que se prestan en las playas.
La cifra no es baladí y, menos aún, si se trata de un municipio con menos de 100.000 habitantes censados (92.000) y una media de habitantes por mes durante la temporada turística que supera los 250.000.
Y es que, según subraya el alcalde de Chiclana, José María Román, hacer que la localidad esté considerada la número uno en cuanto a gestión de playas entre los más de 700 municipios analizados en el Monitor de competitividad turística de Exceltur tiene un coste que ronda los “cinco millones de euros”. Gasto que, con unas previsiones de ingresos en torno al millón y medio de euros, amortiguará la Zona Naranja.
Como señala el delegado municipal de Movilidad, José Vera, “esta regulación no afectará a quienes tengan matriculado su vehículo en la localidad”, que seguirán sin pagar nada.
Por contra, quienes posean una segunda residencia en la zona de costa influenciada por esta regulación deberán hacer frente a un bono de temporada de 30 euros y, por su parte, quienes trabajen en el frente litoral (la gran mayoría personas de otras localidades) deberán pagar un euro al día o, lo que es lo mismo, dispondrán de un bono de 120 euros por temporada; en ambos casos si no tienen vehículos matriculados en Chiclana.
“No se trata de una medida caprichosa. Mantener los servicios de calidad que prestamos en nuestras playas ronda los cinco millones de euros, un gasto que, entendemos, debe ser asumido de forma solidaria, no solo por los chiclaneros. Para ello, además de la implantación de la Zona Naranja, también hemos incrementado el IBI a los hoteles y grandes superficies comerciales del municipio”. Medidas con las que, en su conjunto, se espera recaudar en torno a los tres millones de euros.
“Creemos que es una cuestión de justicia y que, por tanto, la totalidad de estos gastos no puede recaer solo sobre los 92.000 censados que pagan sus impuestos en Chiclana. Es necesario que se produzca la colaboración de esas otras personas que se benefician de lo que les ofrece la ciudad”. “Hay que contribuir un poquito”, destaca José Vera, que, frente a las críticas que están recibiendo, recuerda que, “por ejemplo, los chiclaneros también pagan Zona Naranja cuando van a localidades como Cádiz y nadie dice nada”.
Abono para los trabajadores de la costa
Críticas a la medida municipal que, sobre todo, se están centrado en el bono al que deberán hacer frente los trabajadores de la zona litoral; con una fuerte resistencia por parte de sindicatos como Comisiones Obreras y partidos políticos como el PP, primera fuerza de la oposición.
“Pensamos que, como le hemos trasladado a los sindicatos, quienes vienen a Chiclana a trabajar también deben contribuir, aunque sea con una cantidad mínima de un euro al día”.
“Estas personas”, explica, “tienen la posibilidad de trabajar en Chiclana gracias a las excelentes posibilidades de empleo que les ofrece nuestra ciudad y, en especial, nuestros sectores hotelero y hostelero. Así que no pasa nada porque aporten un poquito, más aún cuando se trata de una tarifa casi ridícula, muy por debajo de las de otras ciudades”.
Argumento con el que, también, el equipo de gobierno ha echado abajo la petición de moratoria solicitada en favor de los trabajadores del litoral por parte del Partido Popular, que considera que “estamos ante una tasa injusta, que castiga directamente a trabajadores que son temporales y, en el mejor de los casos, mileuristas”.
Por último, José Vera resalta que “se ha habilitado una parcela para aparcamiento gratuito en la entrada del Novo Sancti Petri y se potenciará un año más el transporte público para evitar el uso del vehículo privado. Seguro que va a haber una mayor rotación vehículos”.
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