Solidaridad

‘Cartas que curan’, un libro homenaje al cariño recibido durante la pandemia

La autora y enfermera del Hospital Regional de Málaga, Belén Navarrete, recopila las casi 8.000 misivas recibidas de gente anónima

Profesionales sanitarios junto con la autora del libro 'Cartas que curan' en el Hospital Regional de Málaga
Profesionales sanitarios junto con la autora del libro 'Cartas que curan' en el Hospital Regional de MálagaLa RazónLa Razón

El estallido de la pandemia del coronavirus provocó una gran oleada de solidaridad desplegada especialmente en hospitales como el Regional de Málaga, que dio forma a la loable idea de una enfermera de su servicio de enfermedades infecciosas, adscrito a la Unidad de Gestión Clínica. Así, la enfermera Belén Navarrete, autora del libro ‘Cartas que curan’, plasma una muestra de las cerca de ocho mil cartas recibidas a partir del llamamiento de la sanitaria ante una situación “insólita y dramática” que acarreó “mucha solidaridad y compasión, para contrarrestar el drama de la tragedia que se estaba viviendo”.

Navarrete relata que las primeras semanas de pandemia “fueron las peores; nos íbamos desolados a la casa con gran pena, incertidumbre, y sentimientos difíciles de gestionar”. En medio de ese ambiente, surgió la idea de “intentar paliar la pena y el dolor de los pacientes que llegaban de manera continuada al hospital” para lo que se propuso una campaña de envío de cartas de apoyo a los enfermos, que “rápidamente corrió como la pólvora e hizo que comenzáramos a recibir cartas de manera masiva”.

El trabajo y el día a día en el Hospital Regional de Málaga “era incesante, y muy duro; nos íbamos desolados a nuestras casas con la sensación de que los pacientes que hasta aquí llegaban no entraban en un hospital sino en el cementerio”. Según avanzaba la pandemia, la sensación de desolación crecía “y llorábamos antes de incorporarnos a nuestro puesto de trabajo, porque no sabíamos qué nos íbamos a encontrar cada día”.

El volumen de misivas recibidas “a través de correo postal, correo electrónico, e incluso entregadas a las puertas del hospital” comenzó a crecer hasta el punto de que Belén “imprimía entre doscientas y trescientas diarias cuando llegaba a casa del trabajo”. En principio, la idea era “ayudar a los pacientes ingresados a sanar su dolor” hasta que, ante la magnitud de la iniciativa, “mi jefe, el doctor Colmenero, me dijo que yo tenía un tesoro y había que darle salida y compartirlo”. Es entonces cuando “empecé a buscar la posibilidad de reunir y resumir todas esas cartas en un libro, y me topé con ediciones del Genal, que entendió era una iniciativa preciosa”.

No en vano, “se llegó a reunir la friolera de ocho mil cartas”, que tienen como denominador común “cariño, sensibilidad, y mucha solidaridad”. En esas misivas, “se nos trasladaba el día a día de quien la escribía, cómo vivían sus familias la situación que estaban atravesando y en definitiva muchos mensajes de ánimo y solidaridad”. La autora destaca además el hecho de que “fueron muchos niños los que quisieron sumarse a la iniciativa, enviando dibujos que eran recibidos como auténticos abrazos cargados de cariño”. Estas cartas y correos llegaron de todos los rincones de España y “de países como Alemania, China o incluso Venezuela”.

Misivas solidarias

“Soy una mera seleccionadora de cartas, pero los verdaderos autores del libro son quienes lo han escrito con todas y cada una de las cartas que hemos recibido”, señala emocionada. Es por ello por lo que el libro se plantea como “un homenaje al cariño tan grande recibido hacia gente anónima a la que nadie conoce ni sabe su situación personal, sexo, edad, o creencias”.

No sólo para Belén, sino para todo el personal sanitario de uno de los centros hospitalarios con mayor presión asistencial de toda Andalucía, “este libro ha supuesto una gran medicina; medicina espiritual para sanar tanto dolor como el que se ha vivido”. Con todo, reconoce que “la pandemia deja heridas sin curar, que quiere ahora mitigar este libro, en la medida de lo posible”.

Hasta que ha salido de imprenta, “ha habido un importante trabajo de selección; no ha sido fácil hacerla, y me ha llevado todo un verano, de hecho hasta que llegó el otoño, leyendo una por una las miles y miles de cartas que han llegado por correo, por email, y entregadas en persona en el propio hospital”.

Libro dividido por oleadas

El libro está dividido por oleadas “a medida que se avanza en la lectura se va viendo el ánimo y sentir que había en el ambiente” a partir del testimonio de “ciudadanos de a pie o familiares que no se podían poner en contacto con sus allegados en momentos extremadamente duros”.

Es por ello por lo que “da igual por dónde abras el libro, en cualquiera de sus páginas puedes encontrar lo que transmite: cariño y recuerdo, sensaciones muy bonitas”.

Navarrete enfatiza que, pese a que el trasfondo y contexto humano que ha acarreado la crisis sanitaria y que pivota en torno a una situación extraordinaria y dolorosa “todo concluye con un gran mensaje de esperanza”.

La autora de ‘Cartas que curan’ incide en que los beneficios que se recauden con la venta del libro se van a destinar íntegramente a ONG como Cáritas, Comedor Santo Domingo de Málaga y Red Madre Málaga.