Arqueología
Este es el yacimiento paleopúnico más importante de la costa mediterránea de Occidente
Abierta a la visita pública, muestra la evolución de las costumbres funerarias fenicias
La Axarquía es la zona más oriental de la provincia de Málaga. Los nuevos cultivos subtropicales y el impacto del turismo han provocado modificaciones económicas y urbanísticas, sobre todo en la franja litoral, pero eso no significa que existan municipios que aún conserven siglos de historia a sus espaldas y un patrimonio arqueológico importantísmo en el conexto europeo.
Algarrobo es un buen ejemplo, con una zona de costa que no impide el mantenimeinto de sus señas de identidad axarqueñas en el pueblo y conserva restos de su antiguo pasado. Y ahí merece una mención especial la necrópolis fenicia de Trayamar, conjunto de tumbas datadas en el siglo XIII antes de Cristo.
En su término municipal se han encontrado yacimientos prehistóricos de finales del Neolítico (III milenio a.C.) en el lugar conocido como Cueva de Algarrobo. Sin embargo, los restos arqueológicos más notables pueden datarse entre los siglos VIII y V a.C. en la zona del Morro de Mezquitilla, y se corresponden con asentamientos de colonizadores púnicos.
Este descubrimiento no es ni mucho menos reciente. En 1967, los profesores Schubart y Niameyer, del Instituto Arqueológico Alemán, descubrieron en un lugar cerca de la costa llamado Trayamar una serie de tumbas (s.VIII a.C.), que vienen a ser el más importante yacimiento paleopúnico de la costa mediterránea de Occidente.
Trayamar está abierta a la visita pública, y el ajuar funerario que contenía se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Málaga. Su importancia radica en que el estudio de los diferentes estratos de algunos de sus hipogeos permiten ver la evolución de las costumbres funerarias fenicias, de la incineración a la inhumación. Además se han encontrado importantes piezas de ajuar funerario, entre las que destaca el denominado Medallón de Trayamar.
Características de las tumbas
Ta y como informa el propio Ayuntamiento, las tumbas encontradas en Trayamar son unas cámaras subterráneas -Hipogeos - con una puerta adintelada a la que se accedía a través de un pasillo -dromos- sellado con sillares, y que quizás estuviese escalonado. Las paredes del hipogeo fueron realizadas con sillares de piedra y columnas de madera que soportaban una cubierta a dos aguas. Los arqueólogos Schubart y Niemeyer indentificaron estos hipogeos como panteones familiares, debido a sus múltiples usos a lo largo del tiempo. Dentro de las tumbas encontramos restos de un banquete ritual -típico de la cultura fenicia- en el que los comensales, tras desarrollar el banquete en el interior de la tumba, rompían la vajilla empleada y la dejaban en el interior. Los investigadores indican que este espacio funerario está relacionado directamente con el asentamiento de Morro de Mezquitilla que se encuentra frente a él, al otro lado del río, como es habitual en el modelo fenicio de ocupación del territorio.
Medallón de Trayamar
Entre el ajuar funerario de Trayamar destaca el conocido como "Medallón de Trayamar". Se trata de un medallón de oro de 25 mm con motivos egiptizantes, en el que se han aplicado las técnicas del repujado y granulado.
La escena consiste en un saliente de tierra (onfalos) del que salen dos cobras (Uraeus), en cuyas cabezas se posan dos halcones. Sobre ellas hay un Horus con las alas abiertas que tiene bajo sus pies un sol y un creciente lunar (símbolo de Tanit).
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