Crisis socialista

Las bases se rebelan frente a la «sede vacante» de Espadas

Socialistas andaluces se resisten a ser una sucursal de Pedro Sánchez mientras que el líder andaluz ejerce de altavoz del presidente del Gobierno en el Senado arremetiendo contra Feijóo

Espadas, en el Senado
Pedro Sánchez y Juan Espadas Ep

El PSOE de Andalucía, hasta no hace mucho la agrupación más importante de España, respira por la herida, inmerso en un proceso de autoanálisis, en términos psicológicos, entre lo esquizofrénico y lo bipolar. Por un lado, Juan Espadas, que en sus perfiles públicos aún se presenta primero como «secretario general del PSOE-A y líder de la oposición en Andalucía» y después como «portavoz del PSOE en el Senado», además de «alcalde de Sevilla (2015-2021)», ejerce como portavoz de Pedro Sánchez en el Senado, arremetiendo contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en sus comparecencias. Por otro, ante la certeza de la «sede vacante» en San Vicente –de hecho, Espadas busca un cargo que se haga cargo de lo orgánico–, socialistas de base promueven un relevo y se resisten a ser una sucursal del «sanchismo».

El PSOE de Andalucía, históricamente, ha sido el gran sostén socialista a escala nacional. De Andalucía procedían sus máximo referentes: Felipe González y Alfonso Guerra, hoy defenestrados por el partido a nivel nacional y también regional. Los aplausos de Espadas a Pedro Sánchez cuando anunció la amnistía o el de los diputados andaluces interrumpiendo el Pleno de los Presupuestos evidenciaron la sumisión de la agrupación respecto a Ferraz pero no así su influencia. Se barajó alguna cartera para Juan Espadas, que ha acabado como portavoz de Sánchez en el Senado. En la práctica, el PSOE andaluz tiene el mismo peso en cuanto a ministerios que el PSOE de Valladolid. Los socialistas andaluces han perdido gran parte de su poder territorial y depende de los designios de Ferraz. En zonas como la Costa del Sol, directamente, ya no gobierna ningún municipio. Es el peor momento en cuatro décadas del partido en la región, que ha seguido cayendo tras la pérdida de la Junta de Andalucía después de más de 36 años gobernándola. Agrupaciones locales como la de Antas, en Almería, ya votaron mociones de rechazo a la amnistía de Pedro Sánchez. Ahora, un colectivo de «militantes socialistas de base» de «todas las provincias andaluzas» ha aprobado la elaboración y difusión de un manifiesto en el que se solicita la convocatoria de elecciones primarias a la Secretaría General del PSOE-A y un «Congreso regional Extraordinario» para «iniciar la necesaria y urgente reconstrucción» de la federación socialista andaluza y una renovación del liderazgo de Espadas, quien accedió al cargo con el apoyo de Ferraz en el segundo semestre del año 2021, cuando relevó a Susana Díaz al frente del partido.

Se trata, según el comunicado al que accedió LA RAZÓN, de «un amplio colectivo de militantes socialista de base» el que firma un manifiesto que «a partir de ahora se comunicará en todos los foros socialistas para que el socialismo de base pueda participar en este proceso que solicita un cambio real en el PSOE-A que contribuya a fortalecer y mejorar el partido ante los fracasos continuados de la Ejecutiva regional socialista y que ha reducido la moral del socialismo andaluz». Se ha creado una web para la «reconstrucción» del partido, explicaron a Ep fuentes del colectivo que secunda esta iniciativa. Entre los apoyos está el catedrático de la Universidad de Sevilla Luis Ángel Hierro, que ya compitió con Juan Espadas y Susana Díaz en las primarias de junio de 2021.

«Por una renovación eficaz para reconstruir el PSOE de Andalucía», se titula el manifiesto, el cual repasa los resultados logrados por el partido en las últimas convocatorias electorales. Los socialistas han perdido «428 concejales y 111 alcaldías» en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo en Andalucía, «incluidas todas las de las capitales, además de 16 diputados provinciales y cuatro diputaciones provinciales». Estos datos son calificados como «los peores resultados municipales de nuestra historia». En cuanto a las generales del 23 de julio, se habla de un «desastre electoral», con la pérdida de doce senadores que «de haberse conservado hubieran impedido la mayoría absoluta del PP en el Senado», y cuatro diputados, que «nos hubieran librado de la obligación de tener que pactar el ‘sí’ de Junts a la investidura de Pedro Sánchez». Todo ello –junto al «peor resultado de nuestra historia» en las autonómicas del 19 de junio de 2022, que desembocaron en la mayoría absoluta de Juanma Moreno, dejando al PSOE-A con 30 diputados– pone «de manifiesto el absoluto fracaso que ha supuesto el proceso de renovación del partido intentado hace dos años y la urgente necesidad de poner en marcha una renovación eficaz que, tras analizar críticamente nuestra situación, ponga en marcha la necesaria reconstrucción del partido en Andalucía para levantarnos como un nuevo PSOE-A».

Los firmantes reclaman «un partido más participativo, más inclusivo, más abierto, más activo, orgulloso de su gestión a lo largo de cuatro décadas, un partido más andalucista». «Defendemos un PSOE-A reconstruido esencialmente andaluz, autónomo y con capacidad propia de generar liderazgos integradores y ganadores», señalan los críticos, que, además, consideran la portavocía en el Senado que ejerce Espadas «incompatible» con la Secretaría General del PSOE de Andalucía.