Intervención

Obras «inminentes» en el salón de plenos del Parlamento andaluz

La Cámara contempla adaptar la sala de usos múltiples «Alberto Jiménez Becerril» para acoger los debates

Salón de plenos del Parlamento andaluz
Salón de plenos del Parlamento andaluzLa RazónLa Razón

Los debates en la Cámara cambian de escenario. El Parlamento andaluz contempla adaptar su sala de usos múltiples –que en 2023 pasó a denominarse «Alberto Jiménez Becerril» en recuerdo del diputado sevillano asesinado por ETA en 1998 junto a su esposa, Ascensión García Ortiz– para acoger en ella sesiones plenarias mientras acomete las obras de reforma previstas en su salón de plenos, y para ello quiere contar con un estudio técnico. Así se desprende de la documentación asociada a la adjudicación de un contrato que la Cámara andaluza ha sacado a licitación para contar con «servicios de asistencia técnica para la redacción del proyecto de diseño de la adaptación» de dicha sala como salón de plenos provisional. El Parlamento ha adjudicado dicho contrato de servicios de asistencia técnica por un importe total de 49.489,00 euros, IVA incluido, y el plazo de ejecución total de los trabajos que se contemplan en él «será de 45 días hábiles a contar desde la fecha que se consigne en el documento de formalización del mismo».

Desde el Parlamento han optado por tramitar vía «urgente» el procedimiento de adjudicación de este contrato, ya que «responde a una necesidad inaplazable, como es la adaptación de la Sala «Alberto Jiménez Becerril» como salón del pleno del Parlamento de Andalucía mientras se llevan a cabo las obras del referido espacio, cuyo «proyecto de ejecución ya ha sido aprobado», según continúa detallando el documento de adjudicación, que aclara además que «se están llevando a cabo las actuaciones preparatorias para el expediente de contratación de las referidas obras».

La memoria justificativa de esta iniciativa señala que «la inminencia de las obras de reforma previstas en el actual salón de plenos del Parlamento de Andalucía hace imperativo contar con un espacio alternativo que garantice la continuidad de la actividad parlamentaria sin menoscabo de las funciones de representación y legislación propias de la institución», y la sala «Alberto Jiménez-Becerril» se presenta como «la opción más viable para adaptarse de manera temporal a estas necesidades, al reunir condiciones de aforo, accesibilidad y ubicación que facilitan su uso provisional como salón de plenos».

No obstante, «para llevar a cabo dicha adaptación, se requiere la realización de un proyecto técnico integral que contemple las características específicas de un órgano legislativo –ordenación de escaños, dotación de tecnología audiovisual y sistemas de votación, condiciones de acústica, iluminación y climatización, así como la adecuación de accesos y espacios complementarios–», según se puede leer también en la memoria justificativa, en la que se precisa que «estas actuaciones deben garantizar el cumplimiento de la normativa vigente en materia de seguridad, salud, confort y funcionalidad, al tiempo que respetan la configuración patrimonial del edificio y las exigencias de transparencia y operatividad propias del Parlamento».

Desde la institución defienden la licitación de este contrato de servicios técnicos por «la complejidad y alcance de estas intervenciones», que «exceden la capacidad operativa interna», lo que, según argumentan desde el Parlamento, «hace necesaria la tramitación de un contrato de servicios de asistencia técnica especializado, que asuma la redacción del proyecto».