«Positive Motion», la estrategia de Cepsa para la transición energética en Andalucía

La economía circular se está convirtiendo rápidamente en una piedra angular para las empresas que buscan adaptarse a un mundo cada vez más consciente del medio ambiente y de los recursos limitados. En este contexto, Cepsa, en el marco de su estrategia «Positive Motion», apuesta por esta transición desde el tradicional modelo económico lineal hacia un enfoque circular. Esta transición no es solo una respuesta a los desafíos ambientales globales, sino también una oportunidad estratégica para reinventar la manera en que Cepsa opera, produce y contribuye al desarrollo sostenible.

Con este modelo, la compañía busca transformar los procesos de producción y consumo para minimizar y optimizar el uso de materias primas, agua y energía. A diferencia del modelo lineal tradicional de «producir-usar-tirar», la economía circular tiene como objetivo mantener el valor de los recursos, alargando su vida útil y reutilizándolos como materia prima para nuevos productos.

La compañía energética aspira a ser uno de los líderes en la transición energética apoyándose en tres pilares: la producción de biocombustibles, hidrógeno verde y la movilidad sostenible. Para conseguirlo, se ha fijado unos ambiciosos objetivos en el ámbito de la ESG (Medioambiente, Social y Gobernanza, por sus siglas en ingles). Entre ellos, se compromete a aumentar la circularidad de sus residuos operacionales en un 50% (comparado con 2019), lo que implica reciclar y reutilizar 8.000 toneladas al año en sus grandes centros industriales en Andalucía, ubicados en Cádiz y Huelva. Este compromiso se logrará mediante la adopción de nuevas tecnologías y el desarrollo de proyectos de coprocesamiento de residuos. Un ejemplo destacado de esto es la colaboración con Saint-Gobain Weber para el reciclaje de 1.000 toneladas de residuos al año.

Otro aspecto crucial de la estrategia de Cepsa es la gestión especial del agua. La compañía ha subrayado la importancia de la economía circular en el manejo de este recurso. Por ejemplo, ha establecido un acuerdo con Aguas y Servicios del Campo de Gibraltar (Arcgisa) para emplear en sus instalaciones industriales el agua reciclada de la estación depuradora de aguas residuales de la comarca. Por ello, Cepsa planea producir hidrógeno verde a partir de aguas residuales recicladas en su Parque Energético San Roque (Cádiz) y tiene proyectos para reducir su consumo de agua dulce, incluyendo una nueva planta de tratamiento de aguas para reciclar hasta un 20% del agua utilizada en estas instalaciones. Este esfuerzo es parte de su compromiso de reducir la captación de agua dulce en zonas de estrés hídrico en un 20% para 2025, respecto a 2019.

Por otro lado, Cepsa busca maximizar el uso de residuos propios y de terceros como materia prima, sustituir progresivamente materias primas fósiles por fuentes renovables y recicladas y aumentar la cuota de materias primas renovables y circulares en sus Parques Energéticos hasta el 15% para 2030. La compañía también aspira a liderar en la producción de biocombustibles como diésel renovable y combustible sostenible para aviación (SAF, por sus siglas en inglés), producidos a partir de materias primas de segunda generación.

Asimismo, en su camino hacia cero emisiones netas, Cepsa se ha propuesto reducir sus emisiones de alcance 1 y 2 en un 55% para 2030 respecto a 2019 y disminuir entre un 15% y un 20% el índice de intensidad de carbono con el objetivo de conseguir emisiones netas cero antes de 2050. Estas acciones demuestran el compromiso de Cepsa con la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental, apoyando a sus clientes en su descarbonización.

La compañía reconoce que la innovación en procesos y productos es clave para una transición energética efectiva y una economía circular robusta. Este convencimiento está enfocado en la creación de valor a largo plazo en la empresa, clientes y la sociedad en general. La estrategia «Positive Motion» de Cepsa representa un enfoque holístico e integrado hacia la sostenibilidad, combinando innovación tecnológica, responsabilidad social, gobernanza ética y colaboración intersectorial.

Con esta estrategia, Cepsa no solo se posiciona como un líder en sostenibilidad en el sector energético, sino que también establece un modelo para otras empresas que buscan adoptar prácticas de negocio más sostenibles y responsables.