Delito de odio

Primera denuncia en el caso de Álvaro Prieto: la Federación de Mujeres Gitanas contra la oleada de "bulos antigitanos"

A raíz de la desaparición del joven cordobés, se difundió la falsa hipótesis de un posible homicidio a manos de un grupo de gitanos

Fakali denuncia la oleada de bulos racistas en el caso de Álvaro Prieto
Fakali denuncia la oleada de bulos racistas en el caso de Álvaro Prieto @fakaligitanas@fakaligitanas

La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado la “oleada de bulos malintencionados a raíz de la desaparición de Álvaro Prieto. Mostrándose solidarias y apoyando a la familia del joven cordobés, advierten que no pueden consentir que "los agitadores del antigitanismo" aprovechen casos mediáticos como este para atraer el foco y señalar a todo un Pueblo sin pruebas sólidas.

Desde un primer momento tras la difusión de la desaparición de Álvaro, en redes sociales comenzaron a surgir masivamente mensajes que señalaban “a un grupo de gitanos” como culpables de esta e incluso de un posible homicidio. La mayoría de las narraciones, supuestamente WhatsApp enviados por personas cercanas al joven, afirmaban que este había coincidido en la discoteca Theatre con una joven, quien presuntamente mantenía una relación con un hombre de etnia gitana. Algunos de estos mensajes sostenían que "sus amigos fueron a por él y lo mataron, y luego lo dejaron en las vías".

Desde la Federación advierten que el racismo y las redes sociales son muy mala combinación, porque "quienes se dedican a la proliferación de esas insidias no tienen ningún interés ni en Álvaro ni en apoyar a su familia", solo pretenden "disfrazar su racismo de falsa solidaridad".

Según explican en exclusiva a LA RAZÓN, sostienen que en la creación y difusión de estos mensajes por redes sociales no solo participan tuiteros anónimos o "internautas aburridos”. Para ellas, "existe una verdadera red de incitadores de odio". Mensajes que, desde este pasado martes, fueron desapareciendo cuando se supo que la autopsia practicada al cadáver de Álvaro Prieto confirmaba que el joven cordobés había muerto electrocutado al agarrarse a las catenarias del tren el mismo día de su desaparición.

Con la denuncia ya interpuesta ante la Fiscalía, pretenden dar eco de la situación y provocar una profunda reflexión general en la sociedad. Confían plenamente en la Justicia, pero recuerdan que, actualmente con las redes sociales, resulta mucho más fácil difundir mensajes de odio, aunque sean falacias, y revestirlos de veracidad. "Comprobamos con mucha preocupación que basta un simple bulo para crear un caldo de cultivo de discriminación y odio antigitano que luego resulta muy difícil de corregir", denuncian con rabia desde la federación.

Aunque no es, ni mucho menos, la primera vez que se señala como culpable al colectivo gitano. Así lo sintieron también con Diana Quer. "Cuando decimos que nos sentimos señalados cuando aparecen estos mensajes sin base real alguna, lo decimos con conocimiento de causa, y no solo nos referimos a lo que se publicó en su día en el terrible caso de Diana Quer, sino también, por ejemplo, cuando entró en vigor el estado de alarma por la pandemia del COVID-19 en marzo de 2020. En esas semanas muchos medios de comunicación, y sobre todo las redes sociales, se convirtieron en hervideros de noticias falsas acusando a familias gitanas de transmitir el virus y de incumplir de manera sistemática los confinamientos", responde la presidenta Beatriz Micaela Carrillo de los Reyes en exclusiva a LA RAZÓN.

Además, desde la federación, advierten que "la sociedad tiene que ver con claridad que las víctimas ya no se conforman, porque tienen herramientas legales para defenderse". Lo hace en referencia a la puesta en marcha de la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, que incrimina cualquier trato discriminatorio ya sea por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión u opinión, e incluso cualquier otra circunstancia personal o social utilizada. La propia presidenta de FAKALI, federación hoy denunciante, formó parte de los trabajos de elaboración de esta normativa siendo diputada en el Congreso, a la que considera "un hito histórico". Así, el Código Penal recoge como elemento motivador de un delito de odio tipificado el antigitanismo, siendo posible su condena.