Elaboración de las listas

El PSOE andaluz ante el abismo: Ferraz se impone ante la pérdida de poder local

El partido dejará de gestionar 1.284 millones tras el cambio en cuatro diputaciones

El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas (en el centro), en un reciente acto en Sevilla
El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas (en el centro), en un reciente acto en SevillaEPEP

Tras perder las elecciones autonómicas de 2022 y los últimos comicios municipales, el PSOE andaluz se asoma al abismo a poco más de un mes de la próxima llamada a las urnas. La pérdida del poder municipal tras el 28-M –las ocho capitales de la comunidad autónoma, con la duda de Jaén, serán gobernadas por el PP, al igual que seis diputaciones provinciales– ha supuesto un duro varapalo para el partido, que ha visto cómo en los últimos días Ferraz se ha impuesto a la hora de elaborar las listas al Congreso de los Diputados y al Senado. En otras épocas, la dirección regional ejercía su influencia en este proceso y los cuadros orgánicos federales eran conscientes del peso de la federación andaluza. El secretario general andaluz lograba introducir sus nombres en las candidaturas, tras la respectiva negociación con los secretarios provinciales.

Sin embargo, la situación ha cambiado por completo. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, está muy cuestionado tras los sucesivos batacazos electorales. No logra convencer a los suyos ni a un electorado que muestra claramente un cambio de tendencia en Andalucía. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, movido también por la premura de tiempo, ha colocado como cabezas de lista a ministros y dirigentes afines, provocando el enfado de alguna que otra federación, como la granadina. Este caso es el más palmario. La ex vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo será la número 1 por esta provincia. En 2019 fue la número dos por Madrid y encabeza ahora la lista granadina pese a ser cordobesa. Otro caso que ha generado críticas internas es el de Antonio Hernando, actual adjunto al director del gabinete de Presidencia del Gobierno. Concurrirá como número uno de Almería, una provincia con la que mantiene una nula vinculación.

Otros tres ministros repiten en las mismas circunscripciones. Es el caso del titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que vuelve a ser número uno por Cádiz. Un ministro que se vio envuelto en la polémica en dicha ciudad durante la última huelga de la industria naval, por el envío de tanquetas para controlar los disturbios. El ministro de Agricultura, Luis Planas, concurrirá por su circunscripción natal, Córdoba, al igual que hará la titular de Hacienda, María Jesús Montero, en este caso por Sevilla. Montero ha ido ganando enteros en el partido hasta situarse como número dos, integrando el núcleo duro de Sánchez.

En Málaga ha llamado la atención la incorporación de Mari Nieves Ramírez, candidata socialista a la Alcaldía de Torrox que perdió las elecciones municipales. En esta localidad ganó el PP por mayoría absoluta. Será la número uno al Congreso, acompañada por Nacho López, que fue el cabeza de lista en las elecciones de 2019. Al PSOE se le resiste la provincia malagueña y la propia capital, donde Paco de la Torre ganó por mayoría absoluta.

En este juego de cromos adquieren un papel relevante los alcaldes socialistas que perdieron el poder el pasado 28-M. El partido ha premiado su dedicación, colocándolos en puestos clave tanto en el Congreso como en el Senado. Es el caso del todavía alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, que concurrirá al Senado, con la incógnita de si seguirá ejerciendo la oposición en el Ayuntamiento. El hasta ahora regidor de Huelva, Gabriel Cruz, es el número uno del PSOE al Congreso, tras perder la Alcaldía en favor del PP, que se quedó a un concejal de la mayoría absoluta. La alcaldesa de Jerez durante dos mandatos, la socialista Mamen Sánchez, volverá al Congreso integrada en la lista de Cádiz.

La pérdida de hasta cuatro diputaciones provinciales –Huelva, Cádiz, Córdoba y Granada– también su pone un duro golpe para el partido, que dejará de gestionar 1.284 millones de euros, el presupuesto que manejan estas cuatro instituciones supramunicipales. Su control es clave para tener presencia en los pueblos pequeños.