
Patrimonio
El Real Alcázar de Sevilla avanza en su conservación
Comienzan las obras de rehabilitación de la fachada del Apeadero, que tendrán una duración aproximada de cinco meses

El Real Alcázar de Sevilla comenzará la próxima semana el proceso de montaje de andamios que permitirá ejecutar las obras de conservación y restauración de la fachada del Apeadero en el Patio de Banderas, una intervención adjudicada a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Estudio y Ejecuciones para la Conservación y Restauración de la Fachada del Apeadero que cuenta con un importe de adjudicación de más de 215.000 euros y un plazo máximo de ejecución de cinco meses. Según una nota emitida por el Consistorio, el proyecto ha sido aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla y contempla la «restauración integral» de los elementos arquitectónicos, así como su «dignificación estética y patrimonial».
El delegado de Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Bueno, aseguró que la actuación supone un «paso decisivo» para «garantizar la preservación» del monumento. Además, Bueno señaló que la actuación se enmarca en la rehabilitación del Salón Alto, dentro de un plan de «puesta a punto» del Real Alcázar.
Asimismo, subrayó que desde la dirección del Patronato, encabezada por su directora gerente, Ana Jáuregui, «se está impulsando una estrategia integral para revertir el deterioro acumulado en los últimos años y devolver al monumento el esplendor que merece». «El Alcázar no solo es Patrimonio de la Humanidad, sino también un símbolo de Sevilla que se debe cuidar con responsabilidad y visión de futuro», señaló.
Esta actuación forma parte de la nueva línea de gestión emprendida desde el Patronato del Real Alcázar y Casa Consistorial, orientada a reforzar las labores de «conservación preventiva, sostenibilidad y recuperación de espacios que presentan deficiencias».
El Apeadero es un vestíbulo rectangular con columnas. Fue realizado en el siglo XVII, bajo diseño del arquitecto Vermondo Resta y ejecutado por el albañil Pedro Martín, el carpintero Alonso Durán y el cantero Diego de Carballo en 1609. La portada, de estilo manierista, fue diseñada por Vermondo Resta y realizada Diego de Carballo en 1607. Felipe V situó aquí la Real Armería. Para ello, la sala fue reformada por Ignacio de Sala y Juan Vergel en 1729. En la portada se añadió un escudo real. En el Apeadero hay un retablo fechado en el último tercio del siglo XVII que muestra la presentación de la Virgen María en el Templo de Jerusalén.
Cabe recordar que en un edificio del Patio de Banderas, concretamente en el número 8, se encontraron restos del palacio del rey poeta Al-Mutamid, lo que convierte a este enclave en un lugar único en la ciudad.
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