Virgen del Rocío
Una restauración que rompe el mito rociero
La intervención que realiza Fuensanta de la Paz es la primera que se hace pública
Todo lo que rodea a la Virgen del Rocío está envuelto en un halo de misterio que otorga a la imagen un cariz especial. Desde el desconocido autor de la talla hasta la leyenda de su aparición, la hora indeterminada a la que sale cada madrugada del Lunes de Pentecostés o el enclave único en el que recibe culto: una aldea en plenas marismas de Doñana. Las restauraciones a las que ha sido sometida la talla también han sido un tema tabú, una dinámica que ahora ha quedado rota con la anunciada intervención que ya realiza la doctora en Bellas Artes Fuensanta de la Paz, una profesional que, precisamente, ha ido siguiendo la evolución de la imagen en los últimos años.
El santuario presenta ahora un aspecto muy parecido al que tenía durante la pandemia y los meses posteriores, cuando la Blanca Paloma se encontraba en Almonte tras el traslado que se efectúa cada siete años. El camarín está cerrado y debajo se sitúa el simpecado de la hermandad matriz. Sin embargo, la imagen no ha salido del templo. Se encuentra en un lugar acondicionado para poder llevar a cabo el proceso con privacidad, unos trabajos que durarán tres meses.
No obstante, las manos de otros restauradores han sanado los problemas de esta talla anteriormente. A finales de los años 70 del siglo XX la imagen fue sometida a un proceso de restauración. Francisco Arquillo, que intervino sobre la Macarena, podría haber llevado a cabo estos trabajos, que nunca fueron confirmados por la hermandad matriz. También existe la hipótesis de que José Rodríguez Rivero-Carrera, que falleció en noviembre de 2019, intervino sobre la talla. Tampoco hay documentación que acredite este extremo.
Lo cierto es que en la hermandad matriz existía preocupación por el estado de conservación de la Virgen del Rocío. La decisión, que puede calificarse de histórica, supone una nueva vuelta de tuerca al proceso de renovación patrimonial que está llevando a cabo la corporación que preside Santiago Padilla. A los trajes confeccionados recientemente y la nueva corona con motivo del centenario de la coronación canónica se suman las nuevas andas que se estrenaron durante la salida por Almonte en mayo de 2022.
La elección de De la Paz supone toda una garantía. Según la hermandad, su experiencia «la acredita su dedicación ininterrumpida a su profesión, en el estudio, protección, investigación y restauración de numerosas obras del patrimonio cultural en los últimos casi 50 años». Además, esta profesional ha colaborado en el «cuidado, seguimiento, evolución y estudio de la Virgen del Rocío en la última década».
La autoría de la talla es un enigma. Existe la teoría de que se trata de una obra del siglo XIII, que fue modificada sustancialmente a principios del XV para imprimirle rasgos góticos. Otros historiadores aseguran que es una escultura de procedencia francesa cuya estatura original es de un metro. Su tamaño aumentó cuando empezó a vestirse. También la vinculan a las gubias de Roque Balduque.
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