Opinión

Salvar la Sanidad

Hay que cerrar un pacto integral creíble salido del consenso para cerrar un modelo sanitario digno

Salvar la Sanidad
Manifestación en defensa de la sanidadEuropa Press

Por mucho dinero que le inyectes, fotos que te hagas con los sindicatos y buenas palabras que le digas a los enfermos, el problema de la Sanidad en Andalucía no se solucionará jamás y lo estamos viendo cada día. Porque no se trata de una situación coyuntural, de una oleada generada desde que el PP entró en San Telmo (muchos parece que casi cinco años después no se han acostumbrado), sino de un problema enquistado desde hace décadas que nadie ha podido resolver hasta ahora. Sólo tenemos que mirar hacia atrás para ver cómo las principales centrales sindicales del sector llevan años saliendo a la calle para reivindicar un modelo y unas condiciones que no parecen alcanzarse nunca, luego es cierto que jamás los andaluces disfrutamos del paraíso que nos roban en favor de la privada como denuncian los convocantes de las movilizaciones.

Tienen razón quienes ayer salieron a la calle con la pancarta, no hay duda en la esencia, pero también estaría bien hilar fino, tampoco hace falta mucho, para entender que las «Mareas Blancas» cuentan con un componente político muy potente, tanto que generalmente salen a la superficie cuando hay elecciones a la vista como las setas en otoño. Para no volver a los años del pleistoceno, nos podemos centrar en los últimos meses del gobierno de Susana Díaz, que las soportó como pudo mientras veía de qué manera la credibilidad socialdemócrata se le iba por esa vía de agua de los médicos y enfermeros cabreados.

Con la comida no se juega y con la salud menos, ni para recortar y no dar servicios, ni para colocar la pancarta en el mismo platillo de la papeleta del partido. Como en muchas otras cosas, Andalucía debe exigirles a su clase política un pacto integral, profundo, duradero, creíble, salido del consenso de todos los grupos para cerrar un modelo sanitario digno para los profesionales y para los ciudadanos por encima de las siglas de los partidos y las legislaturas de una vez.