Sanidad

El SAS ultima un plan para aumentar la dispensación de genéricos e imponer una tasa a las farmacias

El acuerdo con el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (Cacof) prevé que las boticas tengan que devolver un 5% de su facturación y la industria un 10% del incremento de sus ventas

La Junta destinó el año pasado más de 2.500 millones a subvencionar medicamentos
La Junta destinó el año pasado más de 2.500 millones a subvencionar medicamentos EP

Cuando Juanma Moreno llegó a la Junta de Andalucía cumplió su palabra y eliminó la subasta de medicamentos que el Gobierno socialista introdujo en 2011 aludiendo a la grave crisis económica que afectaba a la región.

El sistema de subastas es un procedimiento público de adquisición de fármacos genéricos basado en una puja previa a la que se someten los laboratorios que aspiran a un contrato. De ese modo, las empresas que se presentan a la subasta se postulan a la Administración para proveer un determinado medicamento propuesto. De esta forma, cuando los médicos recetan un principio activo de los recogidos en subasta, el farmacéutico está obligado a dispensar el genérico del laboratorio firmante del convenio con la administración.

En 2020, el ejecutivo popular de Moreno echó atrás esta medida aludiendo al derecho de los andaluces al acceso a los medicamentos. De eso modo, la Junta celebró que los ciudadanos pudieran «acceder al medicamento que necesiten, en función del criterio de sus doctores y no por ahorro ni por miedo a ser penalizados».

La contrapartida a esa decisión es que el gasto farmacéutico ha crecido un 30% hasta los 2.566 millones que la Junta destinó en 2023 a subvencionar medicamentos. Para reducir esta partida, ahora el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (Cacof) están negociando un nuevo plan para aumentar la dispensación de genéricos sin tener que volver a las subastas del PSOE. Debe tenerse en cuenta que la receta de principios activos por parte de los médicos ha bajado de un 96% a un 87%, y que la dispensación de genéricos se ha reducido del 100% al 74%.

Este nuevo plan, que aún se está negociando con los colegios de farmacéuticos, obliga a las farmacias a dispensar un genérico ante una prescripción por principio activo (PPA) y a aportar el 5% de las ventas de estos medicamentos al SAS. No obstante, fuentes del Cacof consideran que el 5% de aportación «podría ser inferior al beneficio adicional que conseguirían las farmacias por el incremento de ventas de genéricos, dadas sus condiciones comerciales mejores que las de las marcas».

Por su parte, los laboratorios, según recoge el plan, tendrían que aportar un 10% del incremento de sus ventas al SAS, siempre que se asegurasen llegar al 3,5%

Entre los farmacéuticos, hay opiniones encontradas, según fuentes cercanas al Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, que ayer celebró una asamblea para tratar el asunto. «Hay mucha controversia, hay muchos que están molestos y otros que entienden que se tenga que tomar esta medida y que están convencidos de que su impacto será menor que el que sufrieron con las subastas», asegura uno de los participantes.

Desde Aprofarma, Asociación Profesional de Farmacias de Oficinas de Málaga, lamentan que lo que pretende el SAS es «un claw-back en toda regla», es decir quedarse con la remuneración variable de las farmacias Además, reprocha a al SAS «una discriminación respecto de una de las partes del acuerdo» dado que las farmacias «aportaremos un 5% líneal fijo y «no sobre los incrementos, como harán los laboratorios».

Por parte, desde la Consejería de Salud tan solo apuntan a que el acuerdo con el Cacof todavía no está firmado: «Esta adenda, que continúa negociándose, recoge un plan de promoción de los genéricos por parte del SAS y un descuento en su facturación por parte del Cafof», afirman a este medio.