Semana Santa

La saya más antigua de Andalucía tiene más de 250 años y está en Jerez

Fue confeccionada en 1762 en pleno periodo de apogeo de la hermandad de la Coronación

Saya de Pedro de Lima, de la hermandad de la Coronación de Jerez
Saya de Pedro de Lima, de la hermandad de la Coronación de JerezLa RazónLa Razón

Esta pieza de bordado, denominada la saya de Pedro de Lima, fue confeccionada en 1762 en pleno periodo de apogeo de la hermandad de la Coronación de Jerez. Al margen de su evidente belleza, es una auténtica obra de arte del bordado del siglo XVIII con técnicas del siglo XVII, hoy casi desaparecidas debido a su gran laboriosidad.

El informe técnico de la restauración, realizada por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), indica que los bordados están realizados "en realce donde se conjugan distintos volúmenes según los rellenos empleados, con un diseño simétrico y bilateral" y "está realizado mediante la técnica de hilos tendidos". La saya fue concebida como un traje con mangas y bordado sobre un terciopelo rojo oscuro. Todavía hoy día pueden verse restos de ese soporte original.

Se pasó a tisú de plata en el año 1961 por el taller de los Sobrinos de José Caro, donde se separó en una falda y unas mangas. Para cubrir la parte superior del cuerpo se realizó un corpiño en tisú por delante y tejido de algodón en la espalda.

El motivo fundamental del cambio, aparte de la imparable sevillanización de la cofradía, fue una cuestión práctica motivada por la sustitución de la Virgen para la que fue creada: La Virgen de la Aflicción, hoy Dolores de Villaluenga, medía unos 1,64m mientras que la nueva Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción mide 1,77m aproximadamente. En la siguiente ilustración se puede apreciar con facilidad cómo la venera del pecho le llegaba por la cintura a la nueva titular, lo que a duras penas se conseguía disimular con cíngulos hechos con pañuelos.

El tisú de plata que usó para sustituir el soporte fue comprado en Valencia a la empresa M. Duato Sales S.A. y era de gran calidad, en palabras de Manuel Elena Caro, al que se le envió una muestra para que lo evaluara. Este tisú salió al precio de ganga de 125 pesetas el metro gracias a un defecto que tenía y que los hermanos Elena Caro consiguieron disimular. Los bordados dispuestos en el pecho en el traje original fueron recolocados en la parte superior de la nueva falda para ganarle la altura que pedía la nueva imagen.

Al margen de la calidad técnica, el análisis iconográfico de la saya esconde un relato simbólico complejo y de gran belleza. La concha o venera que corona la pieza es un símbolo mariano relacionado con la fertilidad desde los tiempos clásicos (Afrodita/Venus. Diosa de la belleza, el amor y la fertilidad) y extendido en la simbología católica tan dada al sincretismo como representación del Sagrario donde la perla que contiene es Cristo. Las flores encarnan la belleza y la perfección simbolizando la pureza de María así como su maternidad y fecundidad. Y la fuente, el espectacular motivo central realizado en sedas de colores combinadas con el bordado en hilo de oro es símbolo del seno de María como origen de la Vida.