Entrevista
“Señalamos el camino de España en la Euro, de los pies al corazón”
La empresa Pepe Pinreles ha conseguido elevar a la categoría de arte una prenda tan de «andar por casa» como unos calcetines
Como la Eurocopa para «La Roja», «Pepe Pinreles» también pasará a la historia del campeonato por su simpático troleo en el España-Albania . No es la primera que consiguen hacerse viral. Con «un par», ya lo fueron cuando sacaron la edición del Oso de la Cabalgata de Cádiz o con el cajón homenaje a Felipe VI. Juan Carlos Ramos Picchi nos explica cómo, con su socio Javier Ayala, han conseguido elevar a la categoría de arte una prenda tan de «andar por casa» como unos calcetines.
España comenzó la Eurocopa con «buen pie», con un golazo de Pepe Pinreles.
El balompié siempre ha tenido un significado muy especial para nosotros, desde el momento que en tiempos de pandemia intentamos subir el ánimo del país con el gran Manolo del Bombo. En esta Eurocopa también queríamos aportar nuestro grano de ilusión y ánimo al equipo. Y sí, enarbolamos la bandera de España por todo el Estadio. Le dejamos claro a los jugadores y a la afición que con nuestros calcetines «no caminaban solos». Señalamos el camino a España en la Euro, de los pies al corazón.
¿De dónde nace la idea de personalizar los calcetines?
Nos gusta hacer calcetines de las cosas que nos rodean. De la Semana Santa, feria, de los carnavales … Momentos de celebración, aquellos especiales que hacen distintos el día a día del trabajo. Un calcetín para cualquier momento que nos hace vivir. Yo era usuario de calcetines tipo fantasía, de dibujitos o animales como una jirafa o un triángulo. Entonces reinventamos el concepto con cosas que nos emociona y forman parte de nuestra identidad. Una flamenca, una guitarra, un calcetín de tortillas de camarones, un flamenquín, un botellín de cerveza o una camiseta en nuestro equipo de fútbol.
¿Cuáles son los calcetines más icónicos?
El primero de todos, fue el del puente de Triana, luego el logo del teatro Falla … Y así hasta las quinientas referencias actuales. Hay algunos muy sonados como el calcetín del oso de la cabalgata de Cádiz o el que juntaba en homenaje a la canción de Shaquira y Piqué a un Twingo, un Ferrari, un Rolls, un Casio.
Hasta que llegó el ‘cajonazo’.
(Risas) Si, cuando el rey y la reina se pusieron a tocar cajón delante del teatro Falla. Reaccionamos rápido e hicimos una edición por decirlo de manera protocolaria «conmemorativa», de ole.
¿Os dan ideas de diseños por la calle?
La gente cuando nos reconoce se levanta los pantalones y nos enseña los calcetines. Menos mal que vendemos calcetines y no ropa interior (risas).
Alguna oferta de partido político habrá tenido …
Queremos que nuestros calcetines, más que una confrontación, saquen una sonrisa. Todo está muy crispado y queremos quedarnos con aquello que nos une, como nuestras tradiciones y aficiones.
Permítame que le de la «vuelta al calcetín» a la entrevista. Han revolucionado las «estampitas de Semana Santa».
Las Holy Cards están funcionando muy bien. Solo el año pasado, vendimos de la Semana Santa de Sevilla más de veinticinco mil álbumes. Ya tenemos firmados otros diez álbumes de otras ciudades, también haremos del Carnaval de Cádiz y de la Romería del Rocío.
Parece un concepto sencillo, al fin y al cabo son álbumes de toda la vida, pero es una auténtica barbaridad.
Tras la pandemia y dos años sin Semana Santa, salí con mis pequeños cinco y siete años a calle. Lo llevamos a la silla y a los cinco minutos ya estaban pidiendo teléfonos móviles, se aburrían. Preferían pasar el «paso» con el álbum de Pokémon. Entonces se nos encendió la bombilla y pensamos en una colección para aprender y conocer la Semana Santa, como un juego.
Hasta al arzobispo le gustó la idea.
Nos comentó que estas Holy Cards estaban haciendo más que muchas catequesis. Una manera de sacar la iglesia a la calle, de vivir la religión de una forma más cercana, sencilla y directa. También colaboramos con todas las hermandades, le damos cajas de sobres para que los que vendan para su bolsa de caridad. Teníamos claro que tenía que ser bueno para todos.
¿Hacéis tiradas especiales de la Macarena, el Gran Poder …?
Sacamos de las mismas de todas, el mismo número. Aunque sí nos ha ocurrido algo curioso. Hay algunas que se ven menos en la calle, y es que había personas que cuando le tocaba repetida una imagen icónica se la metían en la cartera, la ponían en la mesita de noche o en la funda del móvil.
Hay quien dice que os habéis convertido en el Patrón de los quiosqueros.
Nos alegramos que los kioskos gracias a nuestras estampitas tengan una segunda vida. Es una locura algo inesperada, pero en Andalucía estamos vendiendo más cromos que otras marcas míticas de coleccionables.
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