Las consecuencias

La sequía obliga a cambios en la estructura productiva

La economía regional depende de la industria agroalimentaria y el turismo

La sequía obliga a cambios en la estructura productiva
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Un estudio reciente que analizaba «La sequía en Andalucía: análisis del impacto económico y evaluación del Plan SOS» dirigido po rManuel Alejandro Cardenete anticipaba que el impacto de la sequía en la economía andaluza podría afectar en un 6,2% en términos de ingresos y suponer una bajada del 7,4% en términos de PIB. Entre las recomendaciones para mitigar estas cifras, abogaba por «una economía más sostenible que utilice el recurso escaso –en este caso el agua– de manera menos intensiva». El problema es que las opciones para llegar a ese punto tienen dificultades de viabilidad.

Planteaba como primera opción un cambio tecnológico e invertir en investigación y desarrollo para desarrollar «nuevas técnicas (por ejemplo, sistemas de riego) que reduzcan los coeficientes directos del agua». Ya existen innovaciones en este ámbito, como es el caso de la agricultura almeriense, y el Gobierno ha aprobado un PERTE para impulsar la digitalización del agua, en especial para evitar las fugas en las redes de abastecimiento.

La segunda opción planteada es reestructurar la estructura productiva porque Andalucía, «a pesar de ser una región con escasez hídrica presenta una estructura económica especializada en sectores altamente consumidores de agua».

En este caso, la realidad es que el sector agroalimentario y el turismo son dos sectores claves en la economía regional. Por ejemplo, las exportaciones agroalimentarias alcanzaron un récord histórico en 2022 al lograr subir la facturación hasta los 14.061 millones de euros, un incremento del 13,5% con respecto al año anterior . Y eso pese a la disminución del 6,5% del volumen exportado.

Otro dato que no se puede obviar es que la actividad agraria es la principal fuente de empleo en la mitad de los municipios andaluces y que, por ejemplo, la población ocupada en este sector en 2021 fue del 8,7%, dato que es superior al nacional (4,1%) y al de la UE27 (3,8%).

En cuanto al turismo, un informe reciente elaborado por la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía a partir de los datos del Sistema de Análisis y Estadística del Turismo de Andalucía (SAETA), señala que la industria turística generó un total de 22.553 millones de euros el pasado año.

De hecho, la suma de los efectos directos y los indirectos, se estima en 22.553.365 euros (15.203.214 corresponden a efectos directos y 7.351.150, a indirectos) los movimientos económicos producidos por el turismo.

La tercera opción que se plantea es aumentar el precio actual del agua. Asegura el mencionado informe que esta acción «ahorrará agua porque se estimula a los productores a utilizar el agua de manera más eficiente, por ejemplo, reduciendo el deterioro del agua». Ahora bien, «aumentará los precios de los productos y, en particular, los precios de los productos intensivos en agua, lo que reducirá la demanda de estos productos y así inducirá un ahorro de agua». El problema es que el mismo estudio no cuantifica «el impacto económico y social» por lo que las opciones son poco viables.