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Música

El Teatro de la Maestranza acoge la ópera «perfecta»

«Las bodas de Fígaro» desarrolla la comicidad y el erotismo en una versión ideal del «teatro cantado»

Presentación de "Las bodas de Fígaro" en el Teatro de la Maestranza
Presentación de "Las bodas de Fígaro" en el Teatro de la MaestranzaKiko Hurfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@e4c5a58

«Perfecta» fue la palabra que más se repitió durante la presentación de «Las bodas de Fígaro» en el Teatro de la Maestranza. La utilizó el director del teatro, el director de escena y el director musical para referirse a una propuesta que incluye todos los ingredientes para disfrutar de un montaje en el que Sevilla «es un personaje más».

«Las bodas de Fígaro» es fruto de la primera colaboración entre Lorenzo Da Ponte y Wolfgang Amadeus Mozart y se estrenó en Viena en 1786. El montaje que ofrece el Teatro de la Maestranza se programó en el Teatro Real en 2008 y se presenta como un «grandísimo homenaje a Sevilla», según explicó el director del teatro Javier Menéndez. El libreto se ha respetado y la ópera, dividida en cuatro actos, se desarrolla en el palacio del conde de Almaviva. Rosina ya se ha convertido en su mujer, la condesa, pero el conde busca los favores de la joven Susanna, que es la prometida de Fígaro, criado del conde. Es una propuesta ideal para experimentar «el teatro musical» y, según el responsable del Teatro de la Maestranza, «un mecanismo de relojería perfecto».

El director de escena es Emilio Sagi, que debutó en 1980 con «La traviata» de Verdi. Más de cuatro décadas de experiencia escénica que le ha permitido asumir proyectos desde la zarzuela barroca hasta la ópera contemporánea. También ha dirigido en algunos de los más prestigiosos teatros y festivales, tanto españoles como extranjeros. Sagi ha utilizado Sevilla «como un personaje más» aunque admite que para Mozart o Da Ponte podría ser un sitio exótico «como Las Malvinas o Bali». Su trabajo , junto al del director de escenografía, Daniel Bianco, y la responsable del diseño de vestuario, Renata Schussheim, le ha permitido estar a la altura de una «ópera perfecta» y que desarrolla «comicidad y erotismo en toda la función».

Sagi destacó el trabajo de todo el reparto porque está compuesto «por grandes cantantes y grandes actores» que cumplen a la perfección ambos cometidos para darle el verdadero significado al teatro cantado. Incluso han hecho un esfuerzo para bailar el fandango «acompañados de castañuelas». También tuvo palabras de elogio para el director musical, Corrado Rovaris porque «el Mozart del maestro Rovaris es excepcional»

Precisamente, el director musical fue otro de los que destacó la «sintonía perfecta» de esta ópera que consigue llevar «la comedia y la música a otra dimensión». El actual director musical de la Ópera de Filadelfia y de la Orquesta del Festival Artosphere incidió en el «clima sereno y profesional» para ofrecer un trabajo de conjunto que permite estar todos «al máximo nivel» mientras «los instrumentos dialogan con los personajes».

El elenco que estará en el Teatro de la Maestranza los días 11,13,15 y 17 de diciembre está encabezado por Alessio Arduini en el papel de Fígaro, y por Natalia Labourdette como Susanna. El barítono Arduini, que estudio también Ingeniería de Gestión, debutó como Don Giovanni en 2010. Por su parte, la soprano Natalia Labourdette debutó en el Teatro de la Maestranza como Nannetta (Falstaff) y también participó recientemente en la ópera-flamenco «La Mujer Tigre» de Manuel Busto.

En el papel del Conde Almaviva está «uno de los barítonos más interesantes de su generación», Vittorio Prato, mientras que su mujer, la condesa de Almaviva, es la soprano Carmela Remigio, ganadora del Premio Abbiati concedido por la Associazione Critici Musicali Italiani por su «técnica, musicalidad y presencia escénica» y que ha interpretado más de 500 funciones de Don Giovanni.