Economía

La reapertura de la mina de Aznalcóllar tiene fecha: será en el primer cuatrimestre

La Junta destaca el “alto valor añadido” y la capacidad de generar empleo y riqueza de la actividad

El consejero de Política Industrial, Jorge Paradela
El consejero de Política Industrial, Jorge ParadelaEDUARDO BRIONES/EUROPA PRESSEDUARDO BRIONES/EUROPA PRESS

El consejero de Política Industrial de la Junta, Jorge Paradela, ha apuntado al primer cuatrimestre de 2023 como plazo para la reapertura de la mina de Aznalcóllar, cerrada tras la catástrofe medioambiental de 1998 como consecuencia de la fractura de la balsa de residuos de metales pesados del complejo, una vez se concluya un periodo de tramitación de permisos que ha calificado de “exigente” y “riguroso”.

“Lo que puedo decir es que ya es cuestión de tiempo, de pocos meses. Creo que podemos situarlo en el primer cuatrimestre”, ha sostenido Paradela en una entrevista con Europa Press, en la que ha remarcado el “alto valor añadido” y la capacidad de generar empleo y riqueza de una actividad como esta, sobre todo “en zonas con una despoblación importante”.

Como administración, ha agregado, le gustaría ver esa actividad resurgir, especialmente tras un periodo de tramitación de permisos que valora como “exigente” y “rigurosa”. “Intervienen distintas entidades y distintas administraciones”, ha señalado, indicado que ya es “cuestión de poco tiempo, pocos meses” la reapertura, que llegará años después de que la Junta de Andalucía adjudicase los derechos de explotación al grupo empresarial México-Minorbis, en el que participa la sociedad andaluza Magtel.

“En el primer cuatrimestre debe ser posible”, ha considerado Paradela, que también remarca que se ha tenido con este y otros proyectos un especial cuidado medioambiental. En ese sentido, ha subrayado que las iniciativas que avanzan en la Consejería “están sujetos a una legislación que supera” en exigencia a directivas europeas, además de estar “siempre acompañados de periodos de información pública a cada paso”. “Todo se hace con absoluta transparencia y con comunicación pública”, ha insistido el consejero, que considera que este procedimiento “debe transmitir tranquilidad” y dice no estar preocupado ante eventuales críticas de grupos ecologistas.

Con todo, admite que quizá “hace falta más pedagogía, más comunicación, mejor explicación de cómo se hace todo esto”, para salvar reticencias.