Tribunales

Un "alivio" de 91.700 euros gracias a la Ley de segunda oportunidad

Una sevillana, exonerada en apenas seis meses de la deuda que le perseguía desde hacía más de quince años por avalar la compra de un piso con la que fue su pareja en plena burbuja inmobiliaria

Vista de los juzgados sevillanos / Foto: Manuel Olmedo
Vista de los juzgados sevillanos / Foto: Manuel OlmedoManuel OlmedoManuel Olmedo

Un juzgado de Sevilla ha exonerado a una mujer sevillana de una deuda de 91.700 euros en aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad, que en su última modificación agilizó el concurso de acreedores a personas físicas. En apenas seis meses, como explica la abogada Julia Parrilla a LA RAZÓN, el procedimiento judicial ha surtido efecto y su clienta podrá rehacer su vida o "como ella misma dice, tener una vida normal como cualquier otra persona". En plena burbuja inmobiliaria y cuando apenas contaba con dieciocho años de edad se embarcó en la compra de un piso con la que era entonces su pareja y, posteriormente, "heredó" la deuda por los impagos de su excompañero, declarado insolvente, al figurar como avalista del préstamos hipotecario y personal firmado en su día.

El banco ofreció a la pareja un préstamo personal "multiplicando por 10 el importe de su nómina en ese momento", con unas características que hacen que "una joven e inexperta acepte dicho préstamo, del cual se convierten cada uno en avalista del otro". Una vez que la relación se rompe, la pareja de su clienta no aceptó vender el piso por la misma cantidad que fue comprado. Pretendía sacar algún beneficio, pero les cogió la crisis del 2008, por lo que no pudieron hacer frente a la hipoteca y el piso sale a subasta, quedando aún pendiente deuda con la entidad bancaria tanto del préstamo hipotecario como del préstamo personal de la pareja. Ella consiguió pagar, con mucho esfuerzo, el préstamo personal que le concedieron, pero al ser avalista de su pareja se convirtió en deudora de dichos préstamos.

La abogada sevillana Julia Parrilla
La abogada sevillana Julia ParrillaLa Razón

Parrilla cuenta cómo su clienta se ha sentido todo este tiempo: "Cometí un error, con 18 años crees que te vas a comer el mundo y al final es el mundo el que te come a ti. Han sido muchos años de quebraderos de cabeza y ahora siento un alivio enorme". La falta de estabilidad y la asfixia económica, incluso con algún embargo de nómina, le ha impedido todo este tiempo volver a acceder a una vivienda en propiedad, comprar un coche o tener nada a su nombre.

El caso de esta sevillana ha sido "muy rápido" porque se ha tratado de un denominado "concurso sin masa", al no poseer nada en propiedad, y las entidades bancarias han no se han personado: "Ninguna se ha opuesto y todo ha sido sorprendentemente rápido". En cualquier caso, la expareja de esta mujer sigue figurando como deudora de los 91.700 euros.

"Hay más personas de las que nos creemos en una situación similar", recuerda la letrada, porque en los años de la burbuja inmobiliaria se concedieron préstamos con enorme riesgo. No obstante, en muchos casos los afectados han tirado de la dación en pago o de ayudas familiares para solventar situaciones extremas en muchos casos. "No es un procedimiento fácil y requiere por nuestra parte un estudio pormenorizado del cliente, sus circunstancias y mucha formación especializada. Como letrada, este auto de exoneración ha supuesto una gran satisfacción tanto profesional como personal, ya que detrás hay historias personales muy duras", concluye Julia Parrilla.