Cultura
«Los Bécquer, un linaje de artistas» en el Bellas Artes
La exposición reúne 150 obras con fondos propios y préstamos de particulares y otros museos
«En toda Sevilla no se habla de otra cosa...». Las palabras de Gustavo Adolfo Bécquer en la leyenda «Maese Pérez, el organista» resultan premonitorias. Una muestra ofrece dibujos y pinturas procedentes de importantes museos como el Prado o el del Romanticismo, además de particulares. La exposición «Los Bécquer: un linaje de artistas» invita a descubrir la rica herencia artística de la familia, más allá de la poesía de Gustavo Adolfo. A través de una cuidadosa selección de obras, la muestra recorre varias generaciones, mostrando la evolución del arte desde los primeros Bécquer en adelante, reuniendo por vez primera más de 150 obras, entre óleos, dibujos, acuarelas y litografías de la familia Bécquer. Cada pieza refleja no solo el talento individual, sino también la influencia y el legado familiar que ha marcado la historia del arte en la capital hispalense. La muestra de los Bécquer ahonda en «una de las familias más importantes del XIX, con permiso de los Machado», en palabras de la consejera de Cultura Patricia del Pozo. Las litografías de José Bécquer, las escenas de costumbres de su primo y discípulo Joaquín D. Bécquer y una última sección dedicada a los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo –«Nuestro poeta también fue dibujante»– conforman el catálogo de esta exposición.
La exposición se compone de 65 óleos, 83 dibujos, acuarelas y litografías, 5 álbumes y 2 libros procedentes de los fondos propios del Museo de Bellas Artes de Sevilla, así como de préstamos de particulares y museos, entre los que destacan el Musée Bonnat-Helleu de Bayona, (Francia), el Museo Nacional del Prado, el Museo San Telmo de San Sebastián, el Museo Nacional del Romanticismo, la Biblioteca Nacional, el Museo Carmen Thyssen de Málaga, el Museo de Cádiz y el Ayuntamiento de Sevilla.
De Pozo destacó que la exposición «ofrece una oportunidad única para conocer en profundidad el legado pictórico de esta familia, compuesta por José Domínguez Insausti, iniciador del grupo; su primo, el pintor costumbrista Joaquín Domínguez Bécquer; y Valeriano y Gustavo Adolfo, hijos del primero y formados en la técnica de la pintura y el dibujo en el taller del segundo». La consejera subrayó que se trata de una iniciativa «tan acertada como necesaria del Museo de Bellas Artes de Sevilla, por ser una muestra vinculada a su propia historia y, por ende, la de Sevilla».
El comisario de la muestra e historiador del arte, Manuel Piñanes García-Olías, puso en valor este tipo de iniciativas que «auspician una revisión crítica de la producción de estos grandes nombres del arte andaluz del siglo XIX, al tiempo que propician la restauración o tratamiento conservativo de muchas de las obras expuestas, que en este caso ha implicado una intervención en hasta 30 de las obras, ejecutada mayoritariamente en los propios talleres del Museo de Bellas Artes».
La muestra se articula en tres secciones: la primera, dedicada a los años de mayor difusión de la obra del precursor José Bécquer, quien puede considerarse el precursor y la persona que sembró la semilla del arte en la saga familiar; la segunda, abarca la obra de su primo y discípulo Joaquín D. Bécquer, quien fijó y perfeccionó una pintura de costumbres, el llamado «costumbrismo», retratando la Andalucía del siglo XIX; y la última sección está dedicada a los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer, que pueden considerarse la culminación del linaje, y la década de 1860 en Sevilla y Madrid. La muestra permanecerá hasta el 15 de marzo en el Bellas Artes.