Patrimonio
En busca de tumbas islámicas en el Real Alcázar de Sevilla
El proyecto arqueológico se plantea para la futura restauración del Cenador de Carlos V
El Real Alcázar de Sevilla es el palacio real en activo más antiguo del viejo continente y es Patrimonio de la Humanidad desde 1987. El recinto es un crisol histórico. La fortaleza se construyó sobre un asentamiento romano y, posteriormente, visigodo. Los árabes lo usaron como residencia de los emires a partir del año 720 d. C. Con posterioridad a 1247 con la conquista de Fernando III el Santo –que concluyó en noviembre de 1248– se convirtió en palacio real de la cristiandad. El Alcázar es un compendio de la cultura islámica y cristiana y paradigma del arte mudéjar. El Real Alcázar de Sevilla es además del palacio real más antiguo de Europa el segundo monumento más visitado de la capital de Andalucía. Ahora, la Comisión Provincial de Patrimonio ha aprobado una intervención arqueológica en el Cenador de Carlos V del Alcázar en busca de tumbas islámicas.
Patrimonio informó favorablemente una intervención arqueológica preventiva en el Cenador de Carlos V del Alcázar de Sevilla, además de sondeos arqueológicos y estudios de paramentos. El proyecto de actividad arqueológica preventiva se plantea como consecuencia de la futura redacción del proyecto de conservación y restauración del Cenador de Carlos V. La necesidad de contar con este análisis previo está justificada por la problemática arqueológica del enclave, pues, además de encontrarse en el corazón de los jardines históricos del Alcázar de Sevilla, hay indicios suficientes como para pensar que el pabellón levantado entre 1543 y 1546 tuvo un precedente islámico, tal vez funerario. En este sentido, el análisis arqueológico solicitado despejaría las incertidumbres y, en cualquier caso, serviría de apoyo para la redacción del proyecto de restauración, informó la Delegación de la Junta en Sevilla. «Los abadíes emprendieron un programa destinado al embellecimiento de la ciudad de Sevilla, construyendo lujosas edificaciones y palacios como el denominado “Alcázar al-Mubarak’’ (el Bendito)», que probablemente constituyó el núcleo sobre el que se desarrolló el actual monumento, según se señaló en un reciente ciclo de conferencias sobre «La construcción del primer recinto del Alcázar de Sevilla»
Por otro lado, el Alcázar ya cuenta con los alfarjes restaurados en el Patio de las Doncellas. La intervención ha supuesto una inversión de 455.444 euros con un plazo de ejecución de ocho meses, según informó el Ayuntamiento. Los trabajos de conservación y restauración han incidido en la armadura de madera, interviniendo en los elementos constructivos y en los los estratos de policromía, interviniendo sobre la decoración de los mismos. Estos alfarjes son testigos excepcionales del paso de los siglos del Real Alcázar, reflejándose en ellos el paso de casi 700 años de historia.
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