Sociedad
Dos años de la exhumación de Queipo de Llano de la Macarena
El que fuera Hermano Mayor honorario de la cofradía, su mujer Genoveva Martí y el general Francisco Bohórquez fueron exhumados en la madrugada del 3 de noviembre de 2022
Un día después del puente de Todos los Santos, con la Virgen de la Esperanza vestida de luto, hace dos años, la Hermandad de la Macarena cumplió el mandato postergado de exhumar al general franquista Gonzalo Queipo de Llano. El que fuera Hermano Mayor honorario de la cofradía, su mujer Genoveva Martí y el general Francisco Bohórquez fueron exhumados durante la madrugada, entre otros motivos, como se pretendía, para evitar un espectáculo público. Las familias de ambos generales estaban en la basílica para sacar los cuerpos. Era preceptivo también un testigo del Gobierno, así como familiares. Llegaron a las nueve de la noche, cuando cerró el templo.
En el interior se escuchaban taladros cerca de la medianoche. El hermano mayor de la hermandad, José Antonio Fernández Cabrero, también se personó en la basílica. El artículo 38.3 de la ley de Memoria Democrática recoge que «los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio, que pueda favorecer la realización de actos públicos de exaltación, enaltecimiento o conmemoración de las violaciones de derechos humanos cometidas durante la Guerra Civil o la Dictadura». El teniente general Queipo de Llano fue uno de los promotores de la reconstrucción de la Basílica de la Macarena tras la destrucción del templo, entonces la Parroquia de San Gil, durante la Guerra Civil.
Poco a poco crecía la expectación mediática en el exterior del templo. Un coche fúnebre entró la basílica en torno a la medianoche. Tan solo estuvo en el interior unos cinco minutos. Posteriormente, salió con los restos del general Bohórquez. Luego, entró otro furgón fúnebre de gran tamaño, que trasladó los restos de Queipo y su esposa. Fue pasadas las 2:00 horas. La activista de memoria histórica Paqui Maqueda, presente en el lugar, comenzó a gritar “honor y gloria a las víctimas del franquismo. Se acaba la impunidad y se salda una deuda histórica”, proclamas que repitió insistentemente, hasta desaparecer de la escena los familiares de los militares. Estos gritaron “¡Viva Queipo!”.
La aparición de un camión de transporte junto a la Basílica de la Macarena en la medianoche del 26 de octubre de 2022 ya hizo viral la posibilidad de una salida inminente del general del templo. El camión, entonces, estaba en la basílica por la anterior salida de la Virgen del Rosario.
"El proceso se llevará a cabo a partir del día 1. Va a ser muy pronto”, ya señaló el hermano mayor tras la misiva del Gobierno. La hermandad ya disponía del protocolo del Gobierno para el cumplimiento de la ley de memoria. Semanas antes, el Gobierno dio un ultimátum a la hermandad, instando a ejecutar la exhumación «como muestra de respeto hacia las víctimas y sus familiares, y en cumplimiento de lo previsto en la nueva ley, es obligado poner fin a esta situación». La corporación aprovechó el momento más adecuado, trasladado ya el paso de la Virgen del Rosario a las dependencias de la hermandad y una vez celebrada la misa de difuntos, que congrega cada año a numerosos fieles. Se retiraron los bancos y el recinto sagrado quedó expedito para que los operarios pudieran trabajar con comodidad.
Días después de la exhumación, la cofradía cubrió los enterramientos borrando así cualquier vestigio. Ya no queda nada en la Macarena que recuerde a los militares franquistas en una iglesia que acoge diariamente un incesante trasiego de fieles y curiosos.
Esta exhumación en nada se pareció a la de Franco en octubre de 2019. Entonces, la ministra de Justicia Dolores Delgado presenció los trabajos en calidad de Notaria Mayor del Reino. La operación se realizó en la más estricta intimidad, con los familiares y los miembros del Gobierno como testigos en el Valle de los Caídos. Luego, el féretro fue sacado a hombros hasta el exterior, introducido en un coche y trasladado en helicóptero hasta el cementerio de Mingorrubio. Allí reposan los restos junto a los de su esposa Carmen Polo, en la cripta de un panteón de Patrimonio del Estado. Este lugar solo puede ser visitado con autorización, incluso la familia tiene que pedir permiso con 48 horas de antelación.
Los restos exhumados de la basílica de la Macarena fueron incinerados aquella misma mañana en el tanatorio del municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra. Se desconoce su ubicación definitiva, ya que las familias han venido guardando celosamente esta información.
La hermandad, posteriormente, emitió un comunicado pidiendo «ser dejada al margen de cualquier polémica ideológica y política ajena» a sus fines y «desaparecer del foco mediático» una vez resuelta la exhumación. La cofradía reiteró su «compromiso con las leyes en un estado democrático, no habiéndose situado en ningún momento de estos años al margen de la ley; de hecho, han sido numerosos los estudios e informes jurídicos que ‘motu proprio’ ha venido solicitando constantemente y que coincidían en situarla siempre dentro de la legalidad vigente».
Queipo de Llano dirigió la sublevación contra la República desde la capital andaluza y fue el responsable de la dura represión en Andalucía, que se saldó con 45.000 muertes.
El militar fue el intermediario para llevar a cabo la reconstrucción del templo en el barrio de la Macarena, que formaba parte del "Moscú sevillano" junto con otros (dos barrios populares, el de San Julián y San Marcos) que más duramente se resistió contra el levantamiento. La construcción, que se realizó en el solar donde se encontraba un bar frecuentado por anarquistas, se inició en 1941 y terminó en 1949.
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