
Violencia de género
El maltratador cambiado de género ingresa en el módulo de mujeres de la cárcel Sevilla I
Tendrá que salir la próxima semana para comparecer ante el juzgado que le ha reclamado su ingreso

El maltratador que se cambió de género tras una sentencia en firme por maltrato a su expareja, que pasó de llamarse Cándido a Candy, y fue detenido el pasado viernes, ha ingresado en el módulo de mujeres de la prisión Sevilla I, en la capital andaluza. Según han informado a EFE fuentes cercanas al caso, tras pasar dos días en la zona de ingresos de la prisión, ha ingresado en la zona destinada a mujeres del centro penitenciario, que ha accedido así a su petición en base a su registro oficial como mujer.
Se encuentra, así, en el módulo 51 de la citada prisión, de la que tendrá que salir la próxima semana para comparecer ante el juzgado que le ha reclamado su ingreso. Esta persona fue reconocida por unos policías cuando se encontraba en el velador de un bar en Espartinas (Sevilla), tras lo que la Policía Local de este municipio fue avisada por dos compañeros de la capital andaluza, a los que, tras pasar por casualidad ante los veladores, les pareció reconocerla entre las que se encontraban en el establecimiento.
Ante sus sospechas, y conocedores de que sobre ella pesaban órdenes de busca y captura, los agentes se personaron en el local y le pidieron su identificación, pero afirmó que no llevaba encima su DNI y aportó unos datos falsos, al parecer los de un hermano.
La Policía comprobó que la identidad que estaba dando no coincidía con los datos que estaba aportando, por lo que, tras volver a pedirle que se identificara correctamente, accedió a dar sus datos correctos, y, una vez consultados sus antecedentes, se procedió a su detención por la Policía Local y su traspaso a la Guardia Civil de la vecina localidad de Gines.
Fue llevada posteriormente al juzgado de guardia de Sanlúcar la Mayor, que decretó su inmediato ingreso en prisión, y desde el sábado se encuentra en el módulo de ingresos de la cárcel Sevilla 1.
La detención se produjo cinco días después de que la titular del Juzgado de lo Penal 3 de Sevilla rechazase en un auto que hubiese prescrito la pena de prisión de 15 meses a la que fue condenada por agredir a su entonces pareja.
Esta condena fue dictada en firme en noviembre de 2020, como recoge el auto de la magistrada. Candy presentó en concreto un escrito frente una sentencia dictada el 18 de septiembre de 2019, declarada en firme el 13 de noviembre de 2020 y por la que se le condenó por un delito de quebrantamiento de condena a 6 meses de prisión y otro de amenazas en el ámbito de la violencia de género a la pena de prisión de nueve meses, además de privación del derecho a la tenencia de armas durante dos años.
El mismo juzgado emitió el 30 de octubre pasado un auto para reclamar la detención e ingreso en prisión de Candy "para el cumplimiento de las penas de prisión impuestas", y que el tiempo de la prescripción de la pena se computará "desde la fecha de la sentencia firme, o desde el quebrantamiento de la condena, si ésta hubiese comenzado a cumplirse".
La jueza añadía que la sentencia no alcanzó firmeza hasta noviembre de 2020, por lo que el plazo legal de prescripción de la pena no empezó a computarse hasta la última fecha.
Por todo ello, el abogado de la víctima, José Antonio Sires, pidió en su escrito de alegaciones que se agilizase la detención, ya que en caso contrario, en noviembre próximo habría prescrito la condena.
Entre otras causas, se enfrenta a un juicio por nuevas agresiones a su pareja, que ha hecho, para la Fiscalía, realizar una petición de cuatro años de cárcel, juicio que se ha suspendido en dos ocasiones por no presentarse en la sala, aduciendo que se encontraba en Marruecos sin posibilidad de volver a España.
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