Religión
San Onofre: la capilla con misa las 24 horas los 365 días del año y con reseñas en TripAvisor
Como casi todo en Sevilla, cuenta con su particular leyenda
Todas las horas del día y todos los días del año. Existe una capilla de adoración eucarística perpetúa en la que se celebra misa siempre y en sesión continúa. El nombre del templo es el de San Onofre y se ubica cerca del Ayuntamiento de Sevilla.
Cuenta con página web en la que seguir la agenda. "En un mundo lleno de problemas, estrés y ruido es difícil encontrar un espacio para desarrollar nuestra relación con Jesús. La adoración eucarística es una devoción que permite a los fieles prolongar la eucaristía más allá de la Misa, quedando expuesto Jesús sacramentado para ser adorado 24 horas al día, 365 días al año", señala. Hay una agenda para que no queden horas libres y en ocasiones se buscan fieles de guardia.
"La Adoración Eucarística Perpetua, es cuando una parroquia o ciudad tiene una capilla abierta NOCHE Y DÍA con la exposición permanente del Santísimo Sacramento. La adoración perpetua es nuestra respuesta al amor de Jesús por nosotros. Se invita a cada feligrés a dedicar una hora en la semana a la adoración eucarística: así, la Iglesia para el mundo forma una cadena incesante de oración, adoración e intercesión", indica la Archidiócesis.
¿Cómo funciona? "El Señor nunca puede quedar solo. Entregamos una hora de nuestro tiempo semanal para acompañar a Jesús, para convertirnos en su “guardia personal”. La capilla puede permanecer abierta a quien lo necesite. Un sistema de suplencias garantiza cubrir las ausencias, imprevistos, vacaciones, etc".
Segundo paso: "Somos lo que contemplamos", "adorar es contemplar para parecernos a El. Es dejarnos ser mirados por Jesús. Al adorar reconocemos la majestad del Señor. Es vivir el primer mandamiento, es dejar que Dios sea Dios".
¿Por qué ser adorador? "Nuestra hora de adoración tiene un valor especial. Con nuestra hora semanal prestamos un importante servicio a la Iglesia, permitiendo que las capillas estén abiertas y que Jesús pueda llegar a más personas: “Allanamos los caminos del Señor”", señala su web.
Hay más de 250.000 voluntarios de este movimiento católico. ¿Es la de Sevilla la única capilla 24 horas? No, en el mundo hay 2.690 más, en 160 países y con más de medio siglo de historia.
La Adoración Eucarística Perpetua de la Capilla de San Onofre de Sevilla (Plaza Nueva, 3) dispuso en la página web adoracionsevilla.com el horario detallado y el nombre del sacerdote confesor, para quienes deseen recibir el Sacramento de la Reconciliación. Desde el 20 de noviembre de 2005 se realiza en la capilla la Adoración Eucarística Perpetua, en la que unos 600 voluntarios dedican una hora semanal para acompañar al Santísimo permanentemente, las veinticuatro horas del día. Señala la Archidiócesis de Sevilla que "la Adoración Perpetua nació como fruto del amor a la Eucaristía de un grupo de laicos, guiados por un benemérito sacerdote, con la bendición del Cardenal Amigo Vallejo, y la colaboración entusiasta de la Hermandad de San Onofre, titular del oratorio".
Desde entonces, "este pequeño templo restaurado, se ha convertido en las 24 horas del día y los 365 días del año, en el corazón de nuestra Archidiócesis. Son centenares las personas que en estos años se han comprometido a acompañar al Señor una o dos horas a la semana, de día o de noche. Personalmente soy testigo de los centenares de sevillanos que al ir o volver de sus quehaceres entran unos minutos en San Onofre para saludar al Señor".
El lugar es tan curioso y pequeño que puede pasar hasta desapercibido, por el mero hecho de estar a simple vista y siempre abierto. Es un secreto tan a voces que cuenta con valoraciones en TripAvisor. "Capilla en la plaza nueva , al lado del ayuntamiento , siempre en adoración nocturna , 24 horas para rezar al Santísimo , pequeña y bonita capilla con alguna de leyenda de apariciones que no deja de ser un lugar muy visitado", señala un usuario.
La Hermandad de las Ánimas de San Onofre es la titular del templo, data del siglo XIII, y cuenta con unos cuarenta hermanos. En el interior hay retablos como el mayor, de finales del siglo XVII, obra de Bernardo Simón de Pineda entre 1.678 y 1.682, y esculturas de Pedro Roldán. Tiene otro retablo dedicado a San Onofre, encargado en el siglo XVI, a Gaspar de las Cuevas, pero con arquitectura y pintura atribuida a los artistas Martínez Montañés y Francisco Pacheco. Hay un tercer retablo del Niño Jesús, llamado de las Ánimas, con la Virgen de la Candelaria y con azulejos. El último es obra de S. de Pinelo, de 1.693.
La capilla, por supuesto, como casi todo en Sevilla, tiene su particular leyenda.
El Convento Casa Grande de San Francisco de Sevilla era el más grande de la capital desde 1.268. Sufrió con el tiempo numerosas riadas e incendios. También fue víctima de la ocupación francesa. La desamortización de Mendizábal fue la puntilla para el templo. En 1840 fueron derruidos los edificios del convento y ya sólo queda el Arquillo del Ayuntamiento, que era el acceso al atrio del convento y la pequeña Capilla de San Onofre. o de las Ánimas, que se fundó en 1520 para que se oficiasen misas por las ánimas del purgatorio. Cuenta la leyenda que Juan de Torres, un noble pecador entró de lego en el convento de San Francisco. De noche gustaba rezar en la Capilla de San Onofre. El 2 de noviembre, fiesta de las ánimas benditas, mientras rezaba vio a un fraile junto a la sacristía para dar misa y desaparecía. Esto se repitió dos noches más.
"Introibo ad altare Dei, ad deum qui laetificat mortem meam" -"Me acercaré al altar de Dios, el dios que alegra mi muerte"-, le dijo el prior sobre si volvían a suceder esos hechos. Tras ayudar a la aparición a dar misa, ésta le dijo que había sido un fraile que faltó a su obligación de dar misa de difuntos y había sido condenado a permanecer en el purgatorio hasta que saldara mi deuda.
Hay una segunda capilla de San Onofre no muy lejos de la de la adoración perpetua. La Catedral de Sevilla desmontó en enero el retablo de la Capilla de San Onofre para su restauración y hará catas arqueológicas. En este caso está situada en la Nave del Lagarto en el Patio de los Naranjos. Porque, sí, la Catedral de Sevilla también tiene un cocodrilo que da nombre a una nave.
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