Patrimonio

Tordesillas: la memoria del reparto del mundo que pendía "de dos hilos"

El Archivo de Indias presenta la restauración del Tratado tras seis meses de exhaustivo trabajo

El documento ya restaurado
El documento ya restauradoArchivo de Indias

El Tratado de Tordesillas forma parte del registro de la Memoria del Mundo de la Unesco. Según recoge el Ministerio de Cultura, "el Tratado de Tordesillas de 7 de junio de 1494 lo constituyen las capitulaciones entre los Reyes Católicos y el Rey Juan II de Portugal por las que se establece una nueva línea de demarcación entre ambas coronas, a trazar de polo a polo, a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. La firma del Tratado se llevó a cabo tras difíciles negociaciones diplomáticas entre embajadores y procuradores de ambos reinos. Esta modificación de la línea de demarcación dividiendo el mundo entre España y Portugal supuso el comienzo de la historia de Brasil, ya que su extremo oriental queda dentro de la zona portuguesa". Al ser un Tratado bilateral, "existen dos originales, en versión castellana se conserva en el Arquivo Nacional da Torre do Tombo ( Lisboa) y en versión portuguesa en el Archivo General de Indias ( Sevilla )". El centro hispalense presentó, coincidiendo con el aniversario de la firma del documento y con la semana de los archivos, la restauración de un pergamino de incalculable valor histórico, el "más importante" que se guarda en el archivo sevillano, según expuso su directora Esther Cruces Blanco. Literalmente, la historia del reparto del mundo entre España -entonces Castilla- y Portugal "pendía de dos hilos".

“Pendiente de dos hilos”, así estaba el sello del plomo del Tratado de Tordesillas. Han sido seis meses de trabajo de restauración de los servicios de textiles y de documento gráfico del Instituto del Patrimonio Cultural de la Dirección General de Bellas Artes, a cargo de Ana Ros, la experta en textil Esther Galiana y la experta en documentación gráfica Carolina Ortega.

Esther Galiana explicó en el Archivo de Indias en detalle la intervención en el enlace del documento, constituido por hilos de seda rojos, azules y blancos/amarillentos torsionados. Se ha tratado de ejecutar "la mínima intervención" siguiendo los "criterios esenciales para una buena restauración".

Carolina Ortega explicó la intervención en el pergamino y el montaje. Se trató de "una innovación técnica de un traje hecho a medida" a través de un "excelente trabajo colaborativo para recuperar su funcionalidad y asegurar su conservación".

Este 7 de junio se cumplen 529 años de la firma del Tratado de Tordesillas, con un alcance y contenido que recoge la ratificación de Juan II de Portugal de las capitulaciones firmadas en 1494 "entre los Reyes Católicos y el Rey Juan II de Portugal, negociadas por los embajadores y procuradores españoles, los consejeros Enrique Enríquez, mayordomo mayor, Gutierre de Cárdenas, comendador mayor de León y contador mayor, y el doctor Rodrigo Maldonado; y los portugueses, consejeros Ruy de Sousa, señor de Sagres y de Biringel, su hijo Juan de Sousa, almotacén mayor, y Arias de Almada, corregidor de los Hechos Civiles de la Corte y del Real Desembargo, por las que se establece una nueva línea de demarcación entre ambas Coronas, a trazar de polo a polo, a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde", según recoge el portal de los archivos españoles del Ministerio.

El Tratado de Tordesillas dividió el mundo entre España y Portugal, con el consiguiente resquemor francés, y también supuso una revolución cultural. Hasta entonces la diplomacia actuaba sobre hechos consumados, como para firmar el fin de una guerra. España y Portugal, sin armas por medio, llegaron a un acuerdo histórico, como reconoce la propia Unesco: se trata del primer acuerdo de la diplomacia sin armas, algo de “plena vigencia en tiempos convulsos”, recalcó la directora del Archivo de Indias.

Que el documento haya llegado hasta nuestros días medio milenio después, por partida doble -uno en español en Portugal y otro en portugués en España- es otro hecho insólito. “Es milagroso que se conserve”, señaló Esther Cruces.

La restauración -definida como un trabajo de “curación” por un “equipo médico” en un tiempo de seis meses con la idea de llegar a la fecha del aniversario- se produjo no por los daños en el documento en sí -aún- sino en el hilo de seda del sello de plomo con las armas de Portugal. A su vez, el hilo afectó a parte de los legajos y se trabajó en un embalaje -el mencionado "traje a medida”- permanente que sirva tanto para la exposición del documento en el Archivo de Indias y su consulta, que es el fin último del documento. “Los documentos enferman y tienen médicos”, destacó la directora del Archivo de Indias.

A partir de aquí se expuso todo un proceso con el detalle de CSI para “un documento con máxima prioridad”, en todo momento controlado, con alguien de seguridad siempre presente, dado su valor histórico. Los documentos en el Instituto de Patrimonio Cultura de España son catalogados de cara a posibles incidencias como un hipotético incendio con un seguimiento para ser salvado en caso de necesidad.

La importancia del Tratado de Pesquerías

La salvación del Tratado de Tordesillas está íntimamente ligada a un documento menor en comparación con el primero: el Tratado de Pesquerías, que es del mismo día y del mismo año y que fue firmado por las mismas potencias en unos legajos con las mismas características. Gracias al Tratado de Pesquerías se actuó con mayor precisión sobre el Tratado de Tordesillas.

Esther Galiana detalló el “daño” que presentaba el documento original, que “no facilitaba la manipulación”. El Tratado de Tordesillas también presentaba “desgaste en sus hojas” con “grietas en los pergaminos”. “El enlace -sobre el que se ha actuado- recoge las hojas con un óculo que lo vincula con el sello y le da validez jurídica”, expuso la investigadora.

Los hilos (rojo de seda, azul y blanco/amarillo) presentaban torsión en S y los cabos en S y en Z. El peso del plomo habría provocado las grietas sin una alteración aún “dramática”. “No se sabe cómo era el enlace en origen”, indicó la restauradora. En el propio enlace se observan “intervenciones previas”, de ahí el hilo blanco fino “para no dispersar”. En el interior del documento se observaban las alteraciones con “una maraña de hilos”.

La intervención conllevó el análisis del material de los hilos y los colorantes utilizados con el objetivo de elegir las estrategias de conservación. “Todos los hilos estaban rotos”, por lo que se opta por “el encapsulamiento” del enlace con tul monofilamento.

Carolina Ortega explicó que el Tratado de Tordesillas presentaba “grietas en el pergamino por el diseño y peso del plomo en seis de las ocho hojas”. Los análisis revelan que se trata de “un pergamino de piel tratado” pero “no se sabe de qué animal”, por lo que se opta por “un adhesivo de naturaleza proteica” para “recuperar la funcionalidad”.

El siguiente paso es “vestir la obra” con un “traje a medida” para lo que se realizan múltiples diseños a escala. Los trabajos han sido realizados durante los pasados meses por el IPCE, Subdirección General del Ministerio de Cultura y Deporte.

El Tratado de Tordesillas, integrado por cuatro bifolios de pergamino, unidos por una trenza de hilos de seda, estuvo vigente hasta el siglo XVIII, trae de nuevo “el pasado al presente”, es una muestra histórica de “patrimonio compartido” y “memoria del mundo” y fue la génesis de “una visión nueva de Europa”.