Turismo

El truco para ocultar la falta de personal en bares y restaurantes: "mesa reservada"

El talón de aquiles se repite en la hostelería de costa gaditana: faltan profesionales

Un chiringuito en la playa de la Victoria de Cádiz
Un chiringuito en la playa de la Victoria de CádizEPEP

La costa de Cádiz se mueve a ritmo de récord en niveles de ocupación hotelera –Chiclana de la Frontera, su gran destino, la ha incrementado un 5% en junio respecto al mismo periodo de 2023– y, si se cumplen los pronósticos, este verano será uno de los más sobresalientes en lo que a visitantes se refiere.

La noticia no puede ser más positiva para una provincia que se lo juega casi todo –riqueza y empleo, dos temas claves para la economía– a la carta del turismo y que, pese al incremento en los precios de hoteles y, sobre todo, viviendas de alquiler, sigue contando con la complicidad de unos turistas –en mayor proporción nacionales– que ven en ella el mejor de los territorios para descansar y disfrutar.

No obstante, como cada verano, como si de su «banda sonora» se tratase, el destino, su sector hostelero, vuelve a sufrir la acostumbrada falta de personal. Talón de Aquiles que ha adquirido la categoría de crónico.

«Aunque a lo largo de este año el sector se ha reforzado con casi dos mil trabajadores y, por tanto, las plantillas se encuentran más reforzadas que en 2023, es cierto que en estas fechas volvemos a tener la necesidad de más personal para sacar adelante todo el potencial que tienen los negocios», señala Antonio de María, presidente de los hoteleros gaditanos.

«Necesitamos a esas personas, que generalmente suelen ser jóvenes –los profesionales con experiencia están contratados–, que sirvan de apoyo tanto en sala como en cocina. Trabajadores que, con el consiguiente asesoramiento y formación en el día a día, realicen esas tareas menos comprometidas y alivien la presión en las plantillas».

No obstante, De María es consciente de que, como sucede cada año, no habrá personal suficiente para que bares y restaurantes puedan funcionar al cien por cien. «Lo que hemos aconsejado a los empresarios es que reduzcan su capacidad, las mesas a atender –que pongan carteles de «reservado»– y se ajusten a las posibilidades de su personal».

«De lo que no debe dudar el cliente que nos vaya a visitar», resalta el representante de los hosteleros gaditanos, «es que el servicio que va a ofrecerle la hostelería gaditana va a ser el de siempre. Es decir, de calidad». De ahí la insistencia en que los servicios se adapten a la capacidad de atender a los clientes en cada momento.

«Las necesidades de personal», apunta, «ya están ahí, pero», advierte, «creemos que, conforme a las previsiones y experiencia, lo peor, cuando más falta harán los refuerzos, será del 15 de julio al 20 de agosto».

Entre las localidades que más personal demandan se encuentran las costeras y, muy en especial, esas ciudades que casi duplican y triplican su población y, por tanto, su actividad hostelera. Destinos entre los que destaca Chiclana de la Frontera, referente turístico costero de la provincia de Cádiz y Andalucía, con más de 12.000 camas hoteleras.

«Como era de esperar, tenemos los mismos problemas de todos los veranos. Dificultades que aquí, en Chiclana, se agravan un poco más por la fuerte demanda de personal que originan los hoteles y una hostelería que, debido al atractivo del destino, suma cada año nuevos establecimientos», subraya Vittorio Canu, presidente de la Asociación de Hostelería de Chiclana.

«En la localidad», apunta, «no se encuentra suficiente personal para tanta demanda, de modo que también contratamos a personas de otras localidades, aunque cada año está más complicado», detalla.

Complejidad que, en gran medida, se explica por «el alto precio que tienen los alquileres en estos meses; cada vez más caros y complicados de encontrar».

«Aunque los salarios son atractivos, estos dejan de serlo si los trabajadores tienen que alquilarse una casa» y «como se suele decir, no les sale a cuenta».

«Muchas personas», apunta Vittorio Canu, «muestran su sorpresa porque en estas fechas algunos bares y restaurantes de la zona de la costa estén cerrados algunas mañanas y días».

«Esto», señala, «tiene su justificación en la falta de personal para cubrir los turnos al completo».

«Como es obvio, los trabajadores tienen que descansar y, si no hay quienes lo sustituyan, no hay más remedio que cerrar», razona presidente de los hosteleros de Chiclana.

«Estamos ante el que puede ser el mejor de los veranos posibles en cuanto a visitantes, pero, un verano más, no contamos con el personal suficiente». «Eso sí», concluye Vittorio Canu, «que no duden quienes nos vayan a visitar que se van a encontrar una hostelería a altura de un destino top como Chiclana».