Opinión: El bloc

Turistadas

Tampoco causarán el apocalipsis los visitantes que han colmado estos días las principales atracciones de Andalucía, para espanto de cenizos y solaz del PIB autonómico

Un tranvía en el centro de Lisboa
Un tranvía en el centro de LisboaPEDRO FIUZA / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTOPEDRO FIUZA / ZUMA PRESS / CONTA

La azulejería manuelina nos despierta un interés parecido a las momias incas, entre poco y nada, pero su yuxtaposición en el espacio museístico sito en las ruinas de la iglesia del Carmen suscita la curiosidad hasta del paseante menos elevado, ése que anda por el Chiado macerado en «ginginha», a euro el chupito, y que mira con más deseo las falsificaciones de las camisetas de Cristiano Ronaldo que los retablos de las espléndidas iglesias barrocas.

Hemos hecho todas las turistadas posibles en Lisboa, atestada de españoles de puente, y aún faltó tiempo para ver a un yanqui que canta fados en la Alfama, anunciado en todas las marquesinas de autobús, versión lusa de aquel Pollito de California que se arrancaba por bulerías en el Sacromonte para pasmo de sus compatriotas. Y cuando se degusta el rico puerco regional en la Casa do Alentejo, cocinado en caldo de almejas o acompañado de migas con naranjas, no tiene uno complejo de estar achicharrando el planeta, la verdad, como tampoco causarán el apocalipsis los visitantes que han colmado estos días las principales atracciones de Andalucía, para espanto de cenizos y solaz del PIB autonómico.

Rezuman, en el fondo, clasismo esos castizos esnobs que reniegan de nuestra primera actividad económica atacando al turista de bermudas y botellín de agua, igual que los pijos «gunillescos» distinguían en su día entre el moro menesteroso que vendía grifa en la esquina y el árabe con yate atracado en Puerto Banús. Nos gustan los mahometanos según y cómo, caballero, pero no soportamos que un mileurista de Leeds trasiegue cerveza barata en la plaza «alla maniera» de aquí. Como si los orines del hooligan hediesen peor que los del estudiante en fiesta fin de trimestre o los de la flamenca acuclillada entre dos coches al salir de la Feria.