El virus del Nilo se cobra su séptima víctima mortal

A inicios de verano ya se preveía que la temporada del virus del Nilo en Andalucía iba a tener un mayor impacto que en años anteriores. En junio se notificaron los primeros casos, cuando lo normal es que no se produzcan hasta agosto. Las temperaturas especialmente suaves en invierno y las lluvias de abril favorecieron la proliferación de los mosquitos y adelantaron la temporada del virus del Nilo, una enfermedad transmitida por el mosquito Culex, que cada año coloniza latitudes más altas por el cambio climático y el aumento de viajes internacionales.

Este año, el balance de víctimas mortales asciende a siete, después de que ayer la Consejería de Salud de Andalucía comunicase un nuevo fallecimiento: un vecino de Mairena del Alfajafe que sufría patologías previas. En cuanto al número de afectados, la Consejería comunicó siete nuevos casos positivos: dos personas de Mairena del Aljarafe, una persona en Palomares del Río, otra persona en Aznalcázar, una en Bollullos de la Mitación, otra en Sevilla y una en el municipio de Linares (Jaén).

Con estos, el número total de infectados en España sobrepasa los 70, pues no solo hay que contar con los casos de Andalucía, también con los que notifica la Consejería de Salud de Extremadura, las dos comunidades afectadas por el momento. En Extremadura, ya se han producido al menos 20 casos, de los que seis están requiriendo atención hospitalaria.

Los vecinos de las zonas más afectadas –sobre todo los municipios del Bajo Guadalquivir–han constituido una plataforma ciudadana para exigir un refuerzo institucional en la lucha contra este virus, que está causando un grave problema de salud pública. La plataforma ya se ha manifestado hasta en tres ocasiones para advertir de que el virus del Nilo no es un problema puntual, sino que «irá a más» y de que «se está actuando tarde». Lo cierto es que el brote de este verano ya casi alcanza al sufrido en 2020, el peor hasta la fecha, con ocho muertos y más de 80 afectados. Los años siguientes y gracias al ambicioso plan de prevención que desarrolló el Gobierno andaluz, la incidencia se redujo drásticamente: en 2021 se produjeron siete casos; en 2022, solo dos y en 2023 otros dos.

En este 2024 el virus del Nilo ha experimentado un importante repunte, aunque no solo afecta al sur de la Península. El brote actual se extiende por 13 países europeos, según el último informe del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), que alerta de que las enfermedades transmitidas por mosquitos ya no son solo cosa de regiones tropicales.

El virus del Nilo es una enfermedad que en la mayoría de los casos, un 80%, es asintomática o se desarrolla de forma leve. Solo en el 20% puede derivar en cuadros graves y en el 1% de los casos provoca la muerte. Suelen ser personas mayores y con patologías previas.

Contra este virus no hay un tratamiento específico, pero sí se está desarrollando una vacuna preventiva. El investigador español del IrsiCaixa Jorge Carrillo dirige el proyecto junto con otros ocho equipos de cuatro países. La duración estimada del estudio es de cuatro años, pero el experto asegura que «queremos tener un prototipo listo para poder empezar todo lo que es el desarrollo clínico». «Estos tiempos estamos trabajando para acortarlos, dada la urgente necesidad que tenemos de una vacuna hoy por hoy».