
Tolkien
Acaban de descubrir un nuevo animal ya extinto: recibe su nombre de 'El señor de los anillos'
El 'legendarium' del autor británico se ha convertido en una fuente de inspiración para los expertos, que aprovechan su imaginativo mundo para nombrar a nuevas especies

La literatura fantástica ha inspirado durante décadas a científicos de todo el mundo para nombrar sus descubrimientos más fascinantes. Esta tradición literaria en la taxonomía científica ha dado lugar a algunas de las denominaciones más creativas y memorables del reino animal.
Los paleontólogos continúan desenterrando secretos del pasado que revelan la increíble diversidad de vida que existió mucho antes de la llegada del ser humano. Estas criaturas prehistóricas, a menudo tan extrañas como las que pueblan los mundos de fantasía, merecen nombres que reflejen su naturaleza extraordinaria.
El universo de Tolkien vuelve a servir de inspiración para la ciencia moderna, demostrando una vez más cómo la ficción y la investigación científica pueden entrelazarse de formas inesperadas y enriquecedoras.
El príncipe goblin, el lagarto que convivió con los dinosaurios
Según apuntan desde Royal Society Open Science, un equipo de paleontólogos ha identificado una nueva especie de lagarto gigante prehistórico que dominaba los ecosistemas hace 76 millones de años. La criatura, bautizada como Bolg amondol, debe su nombre al élfico tolkieniano y se traduce literalmente como “príncipe goblin de cabeza abultada”.
Hank Woolley, paleontólogo del Instituto de Dinosaurios del Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, explica que el nombre refleja perfectamente la naturaleza de estos reptiles: “Bolg suena genial. Es un príncipe goblin de El Hobbit, y creo que estos lagartos tienen algo de goblin, especialmente cuando observas sus cráneos”.

Los restos fósiles de Bolg permanecieron almacenados en cajones museísticos desde 2006, esperando pacientemente su momento de gloria científica. Aunque el esqueleto está fragmentado, los investigadores lograron reunir suficiente información para confirmar que se trataba de una especie completamente nueva dentro del linaje evolutivo de los monstersaurios.
Esta antigua criatura representa uno de los primeros ejemplares conocidos de Monstersauria, el grupo que incluye al actual monstruo de Gila. Sin embargo, Bolg superaba considerablemente a sus descendientes modernos en tamaño, alcanzando aproximadamente un metro de longitud frente a los 50 centímetros de sus parientes actuales.
El descubrimiento en Utah resulta especialmente intrigante porque su pariente más cercano conocido habitaba el desierto de Gobi asiático, lo que ha llevado a los científicos a pensar que estos lagartos gigantes lograron migrar entre continentes que entonces permanecían conectados. Este hallazgo no solo completa importantes lagunas en la historia evolutiva de este tipo de saurios, sino que también enriquece nuestro conocimiento sobre los reptiles no dinosaurios que compartieron el planeta con sus famosos primos gigantes.
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