Hallazgo

Una cámara logra captar una de las especies de felinos más raras del mundo

Por primera vez, investigadores han logrado registrar en vídeo a una familia de una especie de felino en peligro de extinción

Una cámara logra captar una de las especies de felinos más raras del mundo
Una cámara logra captar una de las especies de felinos más raras del mundoOrangutan Foundation

En medio de la frondosa selva tropical de Borneo, un destello entre sombras reveló lo que durante años parecía casi imposible: una familia completa de leopardos nublados moviéndose libremente en su hábitat natural. Las imágenes, captadas por cámaras trampa instaladas por la Fundación Orangután y el Parque Nacional Tanjung Puting, se han convertido en un auténtico tesoro para la comunidad científica. No se trata solo de la belleza del hallazgo, sino de la oportunidad que abre para entender y proteger a uno de los grandes felinos más escurridizos del planeta.

El felino fantasma de Asia

El leopardo nublado de Borneo es un animal tan enigmático como fascinante. Su pelaje, cubierto de manchas irregulares que parecen nubes, de ahí su nombre, le permite camuflarse en la penumbra del bosque húmedo. Aunque pertenece a la familia de los grandes felinos, su tamaño es relativamente reducido: pesa entre 12 y 25 kilos, pero posee colmillos proporcionalmente más largos que cualquier otro felino de su talla.

A diferencia de otros depredadores de su entorno, es un maestro de la discreción. Su estilo de vida nocturno y su capacidad para trepar árboles lo convierten en un cazador silencioso, capaz de abalanzarse sobre monos, aves y pequeños ciervos sin ser detectado. Precisamente esa naturaleza esquiva ha dificultado durante décadas su estudio. De ahí que las nuevas imágenes tengan un valor científico incalculable: por primera vez, se observa cómo interactúa una familia entera en libertad.

El hallazgo no fue fruto del azar. Durante meses, los equipos de conservación instalaron cámaras con sensores de movimiento en zonas estratégicas de la selva. La mayoría de las veces, estos dispositivos captan jabalíes, orangutanes o incluso elefantes pigmeos. Pero esta vez la fortuna sonrió: varias grabaciones mostraron a una hembra de leopardo nublado acompañada de sus crías, un registro que hasta ahora no existía en ningún archivo científico.

“Ver a una familia completa es una señal alentadora, pero también un recordatorio de lo frágil que es su situación”, explicaron los investigadores de la Fundación Orangután en un comunicado. Estas pruebas no solo confirman la presencia de la especie en áreas donde se creía casi desaparecida, sino que aportan pistas sobre sus hábitos reproductivos y sociales.

A pesar de la emoción que despiertan estas imágenes, la realidad para el leopardo nublado sigue siendo crítica. Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la población de este felino ha disminuido drásticamente en las últimas décadas. La deforestación masiva en Borneo, donde más del 50 % del bosque nativo ha desaparecido desde los años 70, ha fragmentado su hábitat, obligando a los animales a desplazarse a zonas cada vez más reducidas y peligrosas.

A ello se suma la caza furtiva. Su piel moteada es muy codiciada en el mercado negro, y sus huesos, como los de otros grandes felinos, se utilizan en prácticas tradicionales. Esta combinación de amenazas ha reducido a menos de un tercio la población original de leopardos nublados en Borneo.

La situación se complica aún más por su baja tasa de reproducción: las hembras suelen tener una camada de dos o tres crías cada dos años, lo que limita la capacidad de la especie para recuperarse frente a la pérdida de ejemplares.

El registro visual de esta familia de leopardos nublados no es solo un triunfo tecnológico; es, sobre todo, un recordatorio de la urgencia de actuar. Organizaciones locales e internacionales insisten en que la protección del hábitat restante y el refuerzo de las leyes contra la caza ilegal son medidas inaplazables.

Los científicos apuntan además a la necesidad de cooperación internacional. Proyectos de reforestación, corredores biológicos y un control más estricto de la tala podrían marcar la diferencia en la supervivencia de la especie. “Si no protegemos sus bosques ahora, estas imágenes podrían convertirse en el último testimonio de un animal que desapareció ante nuestros ojos”, advierten los conservacionistas.