Pueblos

La Cuba española sigue conectada con el país solo por su nombre: su origen es anterior a la conquista de América

Ningún historiador a publicado en entornos digitales el origen etimológico del nombre de este pueblo turolense

El Malecón
El MalecónCreative Commons-desdeabajo.mx

El silencio se ha impuesto, lento pero constante, en miles de municipios de Huesca, Zaragoza y, sobre todo, en la provincia de Teruel. Calles que antes rebosaban vida hoy son el eco de lo que fue. Pero entre los más de 200 municipios turolenses, aún hay pueblos que se niegan a desaparecer.

Uno de ellos es La Cuba, una joya escondida con muchos siglos de historia a sus espaldas, pues como en la propia web oficial de su ayuntamiento explican, “aunque su origen es anterior a la Reconquista ya que en la encomienda del rey Alfonso II a la Orden del Temple se menciona a La Cuba como uno de los siete pueblos integrantes de la bailía, no es hasta el año 1241 cuando el maestre de la Orden del Temple otorgó Carta de Población a favor de 30 pobladores a la villa de La Cuba, mencionada como Valle de Desledón”.

Un paseo por su historia y la arquitectura

Así pues, está tan claro que su nombre nada tiene que ver con el famoso país latinoamericano -la conquista de América fue en 1492- como el evidente desconocimiento de su origen etimológico. Más allá de esta duda histórica sobre su nacimiento, este pequeño rincón del Maestrazgo late con fuerza gracias a su dilatada trayectoria, su arquitectura y, sobre todo, su gente.

Pasear por La Cuba es una experiencia que transporta en el tiempo. El núcleo urbano conserva un conjunto arquitectónico de gran valor, con casas encaladas de media altura que bordean la pintoresca Calle de Enmedio. La iglesia barroca de San Miguel, del siglo XVIII, se alza como el símbolo del pueblo, junto al edificio del ayuntamiento. Muy cerca, el curioso 'Pellerich', un bloque de piedra de uso judicial en tiempos pasados, recuerda que la historia se hace presente incluso en los pueblos más pequeños.

Un tesoro que se resiste al olvido

Pero el encanto de La Cuba va más allá de sus calles. Uno de los principales puntos de interés es la ermita de San Cristóbal, una construcción del siglo XVI que se integra en el paisaje con una belleza serena y proporciona vistas privilegiadas del entorno. Además, la visita a este pequeño municipio es la oportunidad perfecta para descubrir el Centro de Interpretación del Esparto, un homenaje a una tradición artesanal que fue el sustento de muchas familias y que hoy se mantiene como un valioso legado cultural.

Sus vecinos luchan contra el olvido

La Cuba no necesita grandes dimensiones para dejar una huella imborrable. Su encanto reside en lo auténtico, en lo sencillo y en el calor humano de una comunidad que ha hecho del arraigo su bandera. Visitar este rincón de Teruel es descubrir el alma de un territorio que se resiste al olvido y reivindica su lugar en el mapa con orgullo y corazón.

La tranquilidad de sus calles y la belleza de su entorno invitan a disfrutar con calma y descubrir los encantos de este pueblo turolense. Es un lugar que, aunque modesto en tamaño, guarda en cada piedra una historia y en cada saludo lleno de calor de sus longevos vecinos un motivo para volver.