Centro social okupa

Desalojan La Fábrica de Chocolate: esta es la historia que hay detrás del famoso caso de okupación

Es el último cierre en Zaragoza tras los del CSO Loira y el CSC Luis Buñuel

Actividades en la Fábrica de Zaragoza
Actividades en la Fábrica de ZaragozaCreative Commons Google Patrimonio Industrial Arquitectónico

La Policía Nacional, acompañada por funcionarios judiciales, procedió este jueves al desalojo del local que albergaba el Centro Social Okupado La Fábrika de Chocolate, situado en el número 7 de la calle Lourdes, en Zaragoza. El cierre del espacio se produce tras meses de advertencias sobre la existencia de una orden judicial que hasta ahora no se había ejecutado. Este centro abrió sus puertas en noviembre de 2024, tras el cierre de otros espacios similares en la ciudad, como el CSO Loira, desalojado en marzo del año pasado, y el CSC Luis Buñuel, que actualmente funciona como centro de mayores. Durante este tiempo, La Fábrika de Chocolate se convirtió en un punto de encuentro para quienes buscaban alternativas culturales y sociales fuera de los circuitos tradicionales.

Los responsables del centro habían defendido desde el principio su proyecto como un espacio colectivo y participativo, destinado a la creación artística, el deporte libre y la formación gratuita, criticando fenómenos como la gentrificación, la privatización de espacios urbanos y el individualismo creciente. El colectivo subrayaba que la okupación era una herramienta política para construir formas de vida distintas al modelo dominante.

El precedente del Luis Buñuel

Hace casi dos años, el edificio del Luis Buñuel era un centro social okupado, gestionado por la Asociación Centro Social Comunitario Luis Buñuel (CSC), fundada por el exalcalde Pedro Santisteve. La cesión gratuita del espacio en 2018 por el gobierno de Zaragoza en Común (ZEC) fue posteriormente anulada por la justicia, al considerarla ilegal por falta de publicidad y concurrencia en su adjudicación. Tras años de okupación, eventos sin permisos municipales, venta irregular de alcohol y denuncias vecinales por ruido, el edificio fue desalojado en 2022 por orden judicial. El Ayuntamiento tuvo que destinar 200.000 euros a labores de limpieza y desratización, retirando residuos acumulados y elementos inflamables.

Hoy, el Luis Buñuel se ha convertido en un referente para el envejecimiento activo y saludable en Zaragoza, ciudad que cuenta con 32 centros municipales de mayores. Este equipamiento es el tercero más grande de la red, solo superado por el Laín Entralgo y el centro de La Jota. Entre sus instalaciones destacan un gimnasio de 207 metros cuadrados con máquinas de fitness para mejorar la salud cardiovascular y fortalecer los músculos, un aula virtual equipada con pantallas interactivas y un servicio de biblioteca digital con préstamo de libros electrónicos, ordenadores y tabletas digitales, promoviendo la inclusión digital de los mayores.

La reinvención de los espacios urbanos

La historia de estos dos centros sociales okupados en Zaragoza, La Fábrika y el Luis Buñuel, representa dos enfoques muy distintos a un mismo problema social. Mientras el primero acaba de ser desalojado, el segundo ha dado un giro de 180 grados en su propósito y utilidad. Este contraste refleja el debate en curso sobre la okupación en España, con posturas que van desde la defensa de estos espacios como alternativa a la falta de vivienda y la gentrificación, hasta la necesidad de restaurar la legalidad y la propiedad privada.

El debate se centra en cómo gestionar los espacios en desuso de la ciudad para satisfacer las necesidades de los zaragozanos. A día de hoy, por ejemplo, el Luis Buñuel en la capital maña ofrece un espacio de compañía para las personas mayores, una sala 'Nos Gusta Hablar' donde pueden compartir experiencias, y un comedor social bajo el lema ‘comer en compañía’.