Zaragoza
Fiestas del Pilar: historia, tradición y secretos que desconocías
Las Fiestas del Pilar de Zaragoza son una mezcla de tradición y modernidad que se han convertido en una de las celebraciones más emblemáticas de España
Las Fiestas del Pilar de Zaragoza, celebradas en honor a la Virgen del Pilar, han evolucionado significativamente desde sus humildes inicios en el siglo XVIII. Según los datos, las primeras celebraciones comenzaron en 1723, aunque no fue sino hasta finales del siglo XIX cuando se consolidaron como las conocemos hoy, gracias a la introducción de nuevos eventos y la modernización de la tradición.
Originalmente, las fiestas estaban centradas en procesiones religiosas y corridas de toros, pero con el tiempo todo ha cambiado y se le han sumado elementos de gran relevancia cultural como el Certamen de Jota, desfiles y ofrendas. Ahora las fiestas son un pilar cultural de Zaragoza, pero también de todo Aragón, e incluso, cada año, pasan a ser más populares en España y Europa.
Inicios e historia de las Fiestas del Pilar
En sus primeros días, la celebración del Pilar no coincidía con el 12 de octubre, como lo hace actualmente. De hecho, la festividad era originalmente el 2 de enero, para conmemorar la aparición de la Virgen al apóstol Santiago en Zaragoza. La tradición cuenta que la Virgen María se le apareció al apóstol Santiago en Zaragoza en el año 40 d.C., cuando él estaba desanimado por la escasa conversión de los habitantes de la ciudad, en ese momento llamada Cesaraugusta.
Según la leyenda, la Virgen se le presentó en carne mortal mientras él oraba a orillas del río Ebro, dejándole como signo un pilar de jaspe, que sirvió de base para construir el primer templo dedicado a la Virgen del Pilar, actual Basílica del Pilar. Curiosamente, esta aparición es considerada una de las más antiguas apariciones marianas en la historia del cristianismo.
Con el tiempo, la fecha se trasladó al otoño, probablemente para alinearse mejor con el calendario agrícola, permitiendo a los campesinos participar tras la cosecha de uvas y mieses. Desde entonces, la festividad ha ganado importancia, convirtiéndose en una celebración de primera clase en 1807, y más tarde evolucionando para incluir elementos como la famosa cabalgata humorística encabezada por "La lechuza" en 1873.
A lo largo del siglo XX, las Fiestas del Pilar se transformaron aún más, con nuevos eventos y actividades. En 1928, "La voz de Aragón" sugirió enfocar las celebraciones en tres aspectos clave: la Virgen, la jota y los productos agrícolas. Esto trajo consigo la creación de ferias y desfiles de productos de la tierra. En décadas posteriores, se añadieron elementos icónicos como el Rosario de Cristal y la Ofrenda de Flores.
El Rosario de Cristal es una procesión nocturna que tiene lugar el 13 de octubre, en la que se exhiben carrozas iluminadas con faroles de cristal, y la ofrenda de flores, celebrada el 12 de octubre, reúne a cientos de personas, vestidas con trajes regionales, que llevan flores a la Virgen del Pilar, creando un impresionante manto que cubre la estructura que la sostiene en la plaza del Pilar.
Las fiestas del pilar en la actualidad
En tiempos recientes, las Fiestas del Pilar también han demostrado su capacidad de adaptación frente a adversidades. En 2020, la pandemia de COVID-19 obligó a suspender por primera vez en la historia los eventos presenciales, incluida la emblemática Ofrenda de Flores. Sin embargo, gracias a la resiliencia de la comunidad zaragozana, se organizó una Ofrenda Virtual que permitió la participación de oferentes de todo el mundo.
Actualmente, las Fiestas del Pilar no solo rinden homenaje a la Virgen, sino que también representan una oportunidad para la promoción cultural, económica y turística de la ciudad, siendo un evento de alcance internacional que atrae a miles de personas cada año. Cada año, la ciudad se viste de gala para rendir tributo a su patrona, pero también para mostrar al mundo su vida cultural y su capacidad de evolucionar sin perder sus raíces.
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