A 160 kilómetros

La Muralla China española es colosal y está en la misma comunidad autónoma que la nueva Chinatown rural

Una perfecta alineación de enormes estratos verticales de roca caliza que emergen del suelo como si fueran la imponente fortaleza de Pekín

Les Dens de Finestres
Les Dens de FinestresCreative Commons Google PASOS: octubre 2011

Escondido en el corazón agreste de la sierra de Montsec, Huesca, se impone un grandioso monumento natural tan sorprendente como majestuoso: la Muralla de Finestras. Conocida coloquialmente como ‘la Muralla China española', estos muros naturales desafían a cualquier construcción del ser humano. Aunque no fue diseñada para contener invasiones, su magnánima silueta que casi toca el cielo recuerda, perfectamente, a la famosa muralla asiática.

Finestras es un pequeño pueblo abandonado del municipio de Viacamp y Litera, en la comarca de la Ribagorza, al que solo se puede acceder por senderos o en barca a través del embalse de Canelles. Evidente dificultad en su acceso que ha contribuido a conservar de forma óptima uno de los secretos montañosos más sorprendentes de la zona pirenaica oscense.

Construida con esmero por la madre naturaleza

En este paraje natural reservado para unos pocos, la naturaleza y el paso del tiempo han contribuido para diseñar un espectáculo visual sin precedentes: una perfecta alineación de fastuosos estratos verticales de roca caliza que emergen del suelo como si fueran los muros de la mismísima Gran Muralla China de Pekín.

Estas paredes naturales tienen origen el fenómeno geológico de los “estratos verticalizados”, resultado de la fuerte actividad tectónica que afectó a los Pirineos en su formación. La erosión hizo lo demás: esculpió y sacó de las entrañas de la tierra los bordes de dichas formaciones hasta darles ese tono militar y casi arquitectónico que deja perplejos a todos sus visitantes.

Semejanzas y diferencias con el icono chino

La Gran Muralla China, levantada entre el siglo V a. C. y el siglo XVI para proteger la frontera norte del Imperio chino, es el mayor icono patrimonial del segundo país más poblado del planeta. Más de 21.000 kilómetros de piedra y ladrillo perfectamente construidos, que se extienden a través de montañas, llanuras desiertos y que es, además, Patrimonio de la Humanidad desde 1987.

Primera gran diferencia: Finestras no no fue construida por el hombre, y su longitud apenas llega a los cientos de metros. Pero sí hay algo común a ambas, especialmente separadas en el ‘mapamundi’: el asombro que provocan. De la misma forma que la construcción militar oriental serpentea coronando las elevadas montañas chinas, las rocas que terminan en punta de Finestras se alzan también fuertes, como si estuviera preservando algo sagrado.

Mientras que la Gran Muralla China es una buena representación del claro dominio del ser humano sobre la naturaleza más salvaje, la ‘muralla oscense’ -su nombre real es Les Dens de Finestres- simboliza todo lo contrario: la abrumadora capacidad de la madre tierra para crear monumentos naturales que podrían ensombrecer a las mayores construcciones humanas.

Sin lugar a dudas, ‘la otra Muralla China’ escondida en lo más recóndito de la provincia de Huesca es un plan más que recomendable porque además no tendrás que lidiar con multitudes o colas interminables. Estarás solo ante la naturaleza en estado puro, delante de un solemne monumento esculpido en piedra que pocos conocen.