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National Geographic: estos son los imprescindibles pueblos de Huesca que recomienda visitar
Destacan por su cuidado aspecto medieval, en un entorno natural majestuoso

Huesca esconde pueblos con un encanto singular, por lo que la prestigiosa publicación de naturaleza y viajes National Geographic ha confeccionado recientemente un listado con los pueblos más imprescindibles de la provincia de los Pirineos, destacando sus entornos naturales pero también el patrimonio histórico-artístico que esconden. Estos son algunos.
Riglos, el lugar perfecto para escalar
Los Mallos de Riglos destacan por ser uno de los monumentos naturales más majestuosos de la comunidad aragonesa. Son unas formaciones rocosas de grandes magnitudes que atraen a aficionados de la escalada de todo el mundo. Pero además de estos 300 metros de belleza natural, desde el pueblo se puede disfrutar del avistamiento de buitres leonados o de un paseo por sus cuidadas calles. Destaca por su belleza arquitectónica la iglesia de Nuestra Señora del Mallo.
Sallent de Gállego, cerca de Formigal-Panticosa
Ubicado a los pies del embalse de Lanuza, Sallent de Gállego es muy popular por su amplia oferta turística y su proximidad a la estación de esquí Formigal-Panticosa. Curiosidad a parte -se trata del municipio con más bares por habitante de nuestro país-, Sallent de Gállego destaca por su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a la que no le falta detalle, y su arquitectura tradicional.
Aínsa, una vuelta a la Edad Medieval
Emplazado en la confluencia de los ríos Ara y Cinca, Aínsa es uno de los pueblos medievales mejor conservados de nuestro país. Su castillo del siglo XI perfectamente conservado, su Plaza Mayor porticada y la iglesia de Santa María son tres buenas pruebas de ello. Muy recomendable, también, ver de cerca La Morisma, representación teatral que rememora su historia legendaria pero que solo se celebra cada dos años.
Torla-Ordesa, pueblo de senderistas
Torla-Ordesa es el pueblo más próximo al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de los paraísos naturales más espectaculares de nuestro país. Sus calles empedradas y todavía conservadas, y su iglesia San Salvador transportan al visitante a tiempos remotos medievales. Además, desde el precioso pueblo parten rutas de senderismo que no dejan indiferente a quien las realiza, como la subida al Monte Perdido o la del Valle de Ordesa.
Montañana: vuelta al pasado
Este pueblo de la provincia de Huesca está declarado como Conjunto Histórico-Artístico por su arquitectura medieval y sus varios puntos de interés turísticos. Entre ellos destaca su iglesia Nuestra Señora de Baldós, con frescos del siglo XIV, y su puente de doble arcada. Además, no puedes irte sin subir a su impresionante torre de la Cárcel.
Lanuza, icono de la resistencia
National Geographic termina con este pueblo por ser símbolo de resistencia y renacimiento. Durante la década de los 70, la construcción del embalse que lleva su nombre obligó a que sus vecinos abandonaran el municipio donde muchos habían nacido. Sin embargo, veinte años más tarde, se inició su recuperación y en la actualidad es un destino de primer nivel en el valle de Tena. Sus casas de piedra y característicos techos de pizarra, la iglesia de El Salvador y sus espectaculares vistas al embalse hacen de Lanuza un lugar ideal para repetir.
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