En secreto: este es el pueblo de una sola calle que cuenta con dos monumentos históricos dignos de conocer

Los encantadores pueblos de la comunidad aragonesa esconden verdaderos tesoros patrimoniales, joyas que deben ser al menos visitadas una vez en la vida. Albarracín, Sos del Rey Católico, Alquézar, Jaca o Cantavieja son solo algunos de estos municipios, considerados por algunas entidades como los más bonitos de España.

Un ranking que, cada año que pasa, no para de crecer. Y es que el turismo rural está cada vez más de moda entre la gente, por lo que los ayuntamientos y asociaciones de pueblos todavía más pequeños trabajan duro para que les lleguen esos turistas con ganas de naturaleza en estado puro, motor importante también para evitar su irremediable despoblación. Berbedel es uno de ellos, y esconde casi la misma cantidad de secretos patrimoniales que uno grande.

Un majestuoso palacio renacentista aragonés

A algo menos de 50 kilómetros de Zaragoza se encuentra este entrañable municipio de solo veinte habitantes y que es pedanía de Lucena de Jalón, provincia de Zaragoza. En tan escondido núcleo urbano se ubica el monumental Palacio de los Condes de Berbedel, un majestuoso edificio renacentista del siglo XVII ubicado en la plaza Mayor del pueblo de mismo nombre y pegado a la iglesia de Nuestra Señora del Pilar.

Tal como explican detenidamente en el 'Sistema de Información del Patrimonio Cultural de Aragón', el edificio está conformado por dos alas en ángulo recto y dos cuerpos más elevados que las articulan, siendo esta la planta típica de cualquier palacio de corte renacentista aragonés.

Prueba clara de ello es que una de las dos alas muestra la clásica fachada aragonesa del siglo XVII, de tres alturas, con una imponente portada de ladrillo con arco carpanel sobre impostas molduradas. Sin embargo, la otra fachada es más plana: no tiene galería de doce arcos de medio punto, como la otra.

Celebran las fiestas del Pilar

Además del flamante monumento histórico-artístico de este pueblo zaragozano, el visitante no puede irse de Berbedel sin ver por dentro la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, que aunque es de reducidas dimensiones está conformada por una nave rectangular de hasta tres tramos que son coronados por una excepcional torre.

Hay más. Y es que además de estos dos puntos de interés turístico en un municipio tan minúsculo, al lugar no le faltan curiosidades. Por ejemplo, en Berbedel solo existen una calle -se llama del Barrio de Berbedel y recorre el municipio de extremo a extremo- y una plaza.

Otro aspecto reseñable de la historia de tan pequeño pueblo aragonés es que sus fiestas, en honor a la Virgen del Pilar por su iglesia, se celebraron durante décadas el mismo día 12 de octubre. Sin embargo, la tradición se perdió durante varios años debido al envejecimiento de sus vecinos y la fuerte despoblación que sigue sufriendo hasta que algunos vecinos decidieron recuperarla hace ya dos décadas.

Eso sí, con la finalidad de que acudan a sus fiestas mayores el mayor número de personas relacionadas con el pueblo e incluso turistas locales, se decidió que la celebración se hiciese un fin de semana después del de las Fiestas del Pilar de Zaragoza.