La "sopa de abuela" que necesitas en otoño: es la cura contra el frío

El otoño trae consigo no solo el cambio de color en el paisaje, sino también el retorno de los platos reconfortantes, esos que nos conectan con la tradición y el hogar. En Aragón, una de las recetas que mejor simboliza esta temporada es la sopa de ajo. Con ingredientes que todos tenemos en la cocina, esta sopa es un emblema de la cocina tradicional aragonesa y, sobre todo, un plato que evoca el calor de la familia.

La sopa de ajo ha sido durante generaciones una receta de las abuelas aragonesas. A base de pan, ajo, caldo y huevo, esta sopa se ha convertido en uno de los platos imperdibles del otoño. Es conocida como la “sopa de las abuelas” precisamente porque era una opción asequible y reconfortante, ideal para los días fríos. Además, preparar la sopa de ajo es una manera de no desperdiciar el pan sobrante.

Cada hogar aragonés tiene su versión de esta sopa, adaptando la cantidad de ajo, el tipo de caldo o el punto de cocción del huevo a las preferencias familiares. Sin embargo, el resultado siempre es el mismo: una sopa que trae reminiscencias.

Preparación de la sopa de ajo aragonesa

A continuación, compartimos la receta de la tradicional sopa de ajo, una opción perfecta para un almuerzo o cena sencilla pero repleta de sabor.

Ingredientes:

• 6 cucharadas de aceite de oliva
• 6 dientes de ajo en láminas
• 1/2 barra de pan duro (mejor si es del día anterior)
• 1 litro de caldo de verduras
• 1 huevo
• Sal al gusto

Instrucciones:

Para preparar esta sopa de ajo, empieza calentando aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Agrega los ajos en láminas finas y cocínalos hasta que estén ligeramente dorados. Luego incorpora el pan, cortado en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor. Mézclalo bien en la olla, de forma que se impregne del aceite y del sabor del ajo.

Una vez hecho, vierte el caldo caliente sobre el pan y deja que todo se cocine a fuego medio durante unos 10 minutos. Mientras el pan se ablanda, verás cómo comienza a deshacerse, dando lugar a una consistencia espesa y rica. Ajusta la sal según tu preferencia. Para finalizar, rompe el huevo directamente en la olla y remueve rápidamente para que se deshilache en la sopa.