Naturaleza
Cinco rutas en piragua para conocer Asturias
Las rutas por agua son una manera divertida de adentrarse en el corazón del Paraíso Natural y se pueden hacer durante todo el año
Asturias tiene la suerte de tener mar y de tener ríos, es por eso que una de las actividades que más se ofrecen a los visitantes son las rutas en piraguas y en canoas.
Disfrutar del paisaje y la aventura es sencillo, y la composición perfecta para adentrarse en el tuétano de Asturias y conocer la esencia de esta comunidad que si por algo es famosa es por su naturaleza. Además, no sol en verano se disfruta de los ríos asturianos, hay empresas que se dedican al descenso con canoas o piraguas durante todo el año.
Aunque el descenso del río Sella, en el oriente de Asturias, es el más conocido y concurrido, además de éste, existen otra posibilidades que se pueden disfrutar a lo largo de toda la región.
Aquí se presentan cuatro descensos en piragua que no te puedes perder si de verdad quieres disfrutar de Asturias en su esencia más pura. Toma nota porque las recomendaciones merecen la pena.
El descenso del Nalón: se trata del río más largo del Principado y también del más caudaloso. Tiene 150 kilómetros de largo y hay varias empresas que ofrecen el descenso en piragua. Se puede hacer un descenso sencillo desde Las Caldas a Trubia, a solo ocho kilómetros de Oviedo.
El río Nalón desemboca en San Esteban de Pravia y merece la pena conocerlo, sus meandros son hermosos así como sus riberas.
El descenso del Cares: en plenos Picos de Europa, el río Cares es menos conocido que el Sella pero no por ello menos hermoso. La tan famosa ruta del Cares permite disfrutar a pie de esta maravilla conocida también como la Garganta Divina, que ha sido erosionada por el río en sus tramos iniciales.
El Cares es un río de montaña, de aguas muy limpias y cristalinas de un color verdoso, que constituyen un formidable ecosistema lleno de vida. La zona que más se navega son los kilómetros finales, es decir, los cercanos a su desembocadura. No es un río muy concurrido pero tiene rápidos peligrosos, por lo que se recomienda hacer el descenso con un guía.
Descenso del Deva, un recorrido entre Cantabria y Asturias de 12 kilómetros. Este río nace en Fuente Dé y desemboca en el Cantábrico en la ría de Tina Mayor, frontera natural entre las dos regiones. Las empresas que ofrecen su descenso suelen salir desde Panes y finalizar el trayecto en Unquera. El Deva es una alternativa al Sella pero más tranquila, pero el paisaje es el mismo, preciosos valles en pleno corazón del Parque Nacional de Picos de Europa, riberas llenas de árboles autóctonos, aguas limpias y cristalinas, y truchas y salmones que habitan en el acuífero.
El descenso del Navia: el río Navia es una de las maravillas naturales de Asturias y es también uno de los más desconocidos. En el siglo pasado fue el río más salmonero de Asturias, ahora ya no tiene salmones, debido a que se levantaron en él tres presas para la generación de energía, concretamente en Grandas de Salime, Doiras y Arbón.
Pero aunque en el río ya no queden salmones sí que hay un paisaje precioso, virgen y plagado de árboles autóctonos como castaños, robles o abedules. El descenso en piragua lo hace una empresa desde Serandinas, en el concejo de Boal. El trayecto merece la pena.
El río Navia es una de esas bellezas que Asturias tiene casi escondida y es que discurre por la comarca occidental, la menos explotada turísticamente y a la vez, la mejor conservada y más virgen. Sus meandros son absolutamente maravillosos, es un rio amplio y tranquilo e ideal para quienes quieran respirar profundo y disfrutar de un paisaje que solo ofrece silencio verde y naturaleza.
Descenso del Sella. Todo un clásico, sin duda el río más conocido en Asturias para descenderlo en piragua o canoa. Nace en Oseja de Sajambre (León) y, junto al Dobra, marca el límite occidental de los Picos de Europa para finalmente desembocar en la ría de Ribadesella.
La recomendación es hacer el descenso fuera de la temporada alta. mayo, junio, septiembre y octubre son meses óptimos si hace buen día, ya que en verano está masificado.
Los descensos se hacen generalmente desde Arriondas, y desde ahí hay una primera parada en Toraño, a siete kilómetros, y una segunda ocho kilómetros más adelante, en el puente de Llovio. Dependerá de la ganas de remar lo largo del recorrido.
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