Gastronomía
Diez claves para beber la sidra como un asturiano de verdad
La bebida más tradicional de Asturias tiene unas reglas básicas que cumplir para no quedar en evidencia
No todo el mundo es asturiano pero si que puede parecerlo. Y sin duda una de las características que comparten quienes han nacido en Asturias es saber tomar la sidra. Aquí van diez claves básicas para saber cómo hacerlo y quedar como un experto.
Escanciada: la sidra asturiana se escancia, hay que servirla desde arriba, con el brazo bien alto y estirado y dejando que el chorro rompa contra el cristal del vaso de sidra, que por cierto no puede ser cualquier vaso. Al impactar con el vaso, se despierta su gas carbónico, y gana en sabor.
Esta forma de echarla es algo típico y de la sidra de Asturias, único en el mundo. Aprender lleva su tiempo pero puede hacerse hasta en casa. Cualquier asturiano que se precie o quien quiera parecerlo tiene que saber echar la sidra. Se podría decir que es casi un delito servirla de otra forma.
De un trago: la sidra se bebe de un trago, dejando siempre un poco en el fondo para tirarlo en el suelo. Nada de dejar a la sidra reposar o tomársela en veces. Un trago y para dentro. Y lo que sobra, lo poco que sobra, vuelve a la tierra. Este gesto de tirar las últimas gotas es una forma de rendir homenaje y respeto a la tierra, que es la que permite que crezcan los manzanos y que se pueda tener sidra todos los años.
Fresca: bien, bien fresca. La sidra caliente sabe mal y sienta peor. En las sidrerías lo saben bien y suelen tenerlas metidas en enorme cubos de agua fría. Si se va de romería y se lleva sidra, que es la bebida típica por excelencia para celebrar este tipo de eventos, saben bien los asturianos que hay que ir bien provistos de baldes para poder meter dentro del agua las botellas y si es necesario algún hielo.
Se comparte el vaso: el vaso de la sidra se comparte. Como mucho se puede aprovechar que al vaciar las últimas gotas, estas se derramen por la zona donde ha bebido el anterior. Pero compartir el vaso y compartir la sidra es sagrado en Asturias, es un signo de amistad y cariño, y es que una sidra no se comparte con cualquiera.
El culín de sidra, pequeño: la sidra se sirve en culines, que es la cantidad que se sirve en cada vaso una vez escanciada. Un culín es pequeño, de ahí que se beba de golpe, en dos o tres sorbos. Lo ideal es que una botella, de un litro, permita sacar seis culines.
Se deja la madre: cuando se sirve una botella de sidra en el fondo se deja la madre, llamada también borra. Son los posos que quedan en la botella, no ocurre siempre, pero si se ve que están presentes se dejan.
Chiscar en el "chiscaderu": la sidra "chisca", es decir, moja a los que están cerca del escanciador. Las gotinas de sidra salen del vaso, al romper la sidra contra el cristal. Lo ideal es tener un "chiscaderu", un recipiente que suele ser de madera y que se coloca en el suelo para que el escanciador pueda hacerlo con seguridad y "chiscando" lo menos posible.
Beber y comer: cuidado, cuidado con tomar sidra y no comer nada, algo muy típico de quienes no están acostumbrados, Luego llegan los mareos y las lamentaciones. La sidra pide comida para reducir los efectos del alcohol. Aunque con ella se puede comer lo que se quiera, lo más típico de Asturias es acompañarla de un huevo cocido al que se le echa un poco de pimentón y sal.
Siempre "asgaya". Esta palabra asturiana, asturiana, significa "en abundancia", aunque no hay en realidad una palabra capaz de ser un sinónimo de "asgaya". La sidra se comparte "asgaya" y se disfruta "asgaya".
Si quieres parecer un asturiano de verdad, estas son las claves esenciales para beber la sidra que, por cierto, siempre sabe mucho mejor si la tomas en Asturias.
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