
Alquileres turísticos
Esta es la forma en la que Asturias quiere regular los pisos turísticos: todos los requisitos
Las viviendas tendrán un máximo de ocho plazas, internet, y se obliga a hacer la entrega de llaves en mano

El Gobierno de Asturias quiere regular los pisos turísticos, por eso acaba de presentar a representantes de la mesa de Turismo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) la propuesta de decreto que completa la regulación de las viviendas de uso turístico (VUT) con el objetivo de consolidar un modelo basado en la calidad, la sostenibilidad y la convivencia. El texto establece condiciones claras y homogéneas para todos los formatos de alojamiento, refuerza los mecanismos de control y facilita herramientas a los ayuntamientos para ordenar este tipo de actividad.
La vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, ha subrayado que “si una vivienda se destina a uso turístico, debe cumplir las mismas condiciones que cualquier otro establecimiento de alojamiento”. “El turismo es una actividad económica de enorme valor para Asturias, pero tiene que desarrollarse con reglas y favoreciendo la convivencia”, ha añadido.
El nuevo decreto completa la reforma iniciada con la Ley de Turismo que entró en vigor noviembre, y que ya introdujo requisitos más estrictos para las VUT como la obligación de contar con el consentimiento de la comunidad de propietarios. El objetivo es asegurar que la actividad se ejerza dentro de los márgenes legales, proteger a consumidores y vecinos, evitar la competencia desleal y anticiparse a la presión sobre la vivienda o la saturación turística.
Calidad, legalidad y convivencia
La propuesta de decreto establece nuevas condiciones para que las viviendas de uso turístico (VUT) funcionen con garantías de calidad, legalidad y convivencia.
Entre los cambios más relevantes destacan los siguientes: Los ayuntamientos podrán establecer limitaciones al número de VUT por razones de interés general, siempre con criterios objetivos.
Las reglas comunes para todos los alojamientos establecen normal para evitar las desigualdades, así las viviendas de uso turístico deberán cumplir requisitos técnicos equiparables a los de hoteles, casas rurales o apartamentos turísticos.
Las obligaciones para quienes alquilan una vivienda con fines turísticos son claras: disponer de un certificado de acuerdo de la comunidad de propietarios, tener conexión a internet, salvo zonas sin cobertura, contar con un baño por cada 4 plazas, correctamente equipado (con bañera o ducha)., tener medidores de ruido para controlar los decibelios, hacer una entrega presencial de llaves, con información turística y servicios básicos, contar con servicio de mantenimiento, limpieza y reparaciones, dispensar un justificante de pago obligatorio, con todos los datos de la estancia y que toda la publicidad que se lleve a cabo cuenta con un número de registro.
Los límites de ocupación y superficie mínima que se establecen son de un máximo de 8 plazas, con un mínimo de 25 metros cuadrados por persona.
Los tamaños mínimos de las habitaciones son de 6 metros cuadrados para la individual, 10 para la doble y 13 para la triple. El mínimo del espacio dedicado al salón serán de 8 metros cuadrados.
Se cancela la actividad entre 6 meses y 4 años
Si no se cumplen los requisitos, se cancela la actividad turística en un periodo que va de los 6 meses a 4 años, según el tipo de infracción.
Esta regulación se enmarca en el modelo de turismo que promueve el Principado: un modelo centrado en la calidad, la sostenibilidad y el respeto por la identidad del territorio. “Queremos seguir siendo un destino de referencia, competitivo, pero sin perder lo que nos hace únicos: nuestra autenticidad, nuestros paisajes, nuestras tradiciones y nuestra manera de vivir, manteniendo el equilibrio entre visitantes y población residente”, ha destacado Llamedo.
Este decreto se suma al refuerzo del servicio de inspección turística puesto en marcha en esta legislatura y al uso de herramientas tecnológicas para detectar alojamientos ilegales. Además, refuerza la seguridad jurídica y la protección de los derechos de quienes alquilan, quienes visitan y quienes viven en el entorno.
“Hemos escuchado al sector y a la ciudadanía. Esta regulación nace del consenso, pero también de la convicción: en Asturias, el turismo tiene que ser una oportunidad para todas y todos, no un problema”, ha concluido la vicepresidenta, quien ha recordado que el encuentro celebrado hoy es el segundo que su departamento mantiene con la mesa de Turismo de Fade para consensuar el texto del decreto.
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