Escapadas
El pueblo con la mejor miel de alta montaña está en Asturias
El producto se elabora a partir de la flor de brezo conocida por sus propiedades naturales depurativas
Asturias tiene entre sus productos más típicos y de mayor calidad la miel. No tan conocida como los quesos, la sidra o las fabas, pero sí uno de los mejores manjares que se producen en las sierras de Asturias y que además, desde hace poco más de tres años cuenta con el sello de calidad Identidad Geográfica Protegida (IGP).
Como consecuencia del manejo tradicional de la apicultura y de la vegetación melífera presente en el Principado, la miel asturiana puede presumir de tener una calidad única lo que le ha conferido una gran reputación tanto fuera como dentro de sus límites. Pero si hay un lugar que es por excelencia la capital de la miel en Asturias, el lugar donde más se ha apostado por este producto y donde, pese a no ser el que dispone de las mejores condiciones ni orográficas ni climáticas para su producción, la miel sigue contando con productores locales que apuestan por sus pueblos y por sacar lo mejor de ellos, ese lugar es, sin duda, Boal.
En pleno corazón del valle del Navia, este pueblo de poco más de 1.500 habitantes, celebra este fin de semana la edición número XXXVll de la feria de la miel, una cita que es un referente a nivel nacional de la producción apícola y que fue declaradas Fiesta de Interés Regional en el año 2022.
En la celebración del certamen, que tiene lugar durante el sábado y el domingo, se congregan decenas de actividades diseñadas para toda la familia: concurso de platos elaborados con miel, venta de productos artesanales, exposición de deportes tradicionales, mercado de artesanía y otros productos agroalimentarios como el queso, embutidos, panes... Pero sin duda es la cita ideal para comprar la mejor miel de Asturias, la artesanal cien por cien y que además es de las más oscuras y sabrosas ya que en esta zona la miel es de brezo, una planta de alta montaña conocida principalmente por sus propiedades naturales depurativas.
Hasta finales del siglo XIX la miel fue el único edulcorante que existía en la sociedad rural asturiana, siendo su recolección un momento de fiesta donde se compartía su consumo con todos los vecinos del pueblo, se trataba de un producto de prestigio “debido tanto a su sabor dulce como a las propiedades medicinales que se le atribuían” y las colmenas y colmenares eran entregados como dotes de padres a hijas al casarse o como mandas testamentarias.
El pueblo de Boal, famoso además de por su miel por su arquitectura indiana, ofrece durante el fin de semana un menú especial en los restaurantes del municipio. Además, este año el pueblo ha tenido que despedir a quien fue el fundador y alma mater de esta feria y también a uno de los mayores impulsores de la actividad apícola en la localidad: Julio de Naro.
Toda una institución a nivel regional cuyo trabajo y empeño ha logrado transmitir a las generaciones que han venido detrás la pasión por la apicultura de alta montaña.
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